Una grave denuncia afecta a la escuela de Policía de Mar del Plata, donde parece que alguno de sus instructores no se dieron cuenta que el país lleva 31 años de democracia.
Una nota de denuncia pública dando cuenta de un caso de abuso inaceptable que un superior habría tenido con uno de los cadetes de la Escuela de Policía local.
En el escrito que recibió el defensor del pueblo Fernando Rizzi y en el cual no aparecerán los nombres por reserva de identidad, figura textualmente: “Dentro de la escuela como aspirante a cadete, el oficial NN me pidió que le hiciera el favor de ir a solicitarle 4 botellas de agua fría al capitán NN que estaba en la guardia. En el camino me lo encuentro a él junto a otros oficiales, me presento diciendo el ´parte´ y el Sr. NN alude que no me escucha, yo estaría a menos de un metro y me ordena que fuera corriendo hasta el lugar de donde salí y vuelva, fue lo que hice, y al volver repetí el ´parte´, otra vez el Sr. NN dijo que no me escuchó y que fuera corriendo hasta la tranquera y vuelva”.
El ex aspirante a policía explica que la situación se repitió: “En el camino me grita que corra más fuerte. Al volver le repito el ´parte´ y me ordena que haga flexiones de brazos a los pies de él. Después me ordenó que me pusiera de pie, le dije otra vez el ´parte´ y otra vez me ordenó que fuera corriendo a la tranquera que se encontraría a 80 metros”.
“Al volver me ordena nuevamente flexiones de brazos a sus pies y que mientras las hiciera repita el ´parte´ para el capitán NN. Estando contra el piso y gritando su nombre escuché que uno de sus compañeros le dijo ´aflojá´, y ahí fue cuando paró. Al incorporarme me pregunta mi edad, le dije que 34 y me dijo que debería ser el ejemplo y que no era el ejemplo de nada”.
“Creo ser una persona educada y respetuosa que no merece sufrir este tipo de situaciones injustas, innecesarias y de otra época”, dice el exigresante, quien al día siguiente no pudo volver a la escuela debido a que “se sentía muy mal” y luego presentó la baja, sin mencionar los motivos reales “por temor” a que no se la dieran.
“Siempre quise ser policía desde que terminé la secundaria, pero jamás creí que me cruzaría con este tipo de gente”, dice
Ante esta situación, la Defensoría del Pueblo requirió un informe al secretario de Seguridad, Adrián Alveolite, y solicitará la intervención del director de DDHH, José Luis Zerillo, para que actúe ante esta supuesta violación del derecho a la dignidad.
Un tema de gravedad institucional que debe ser investigado pero que por sobre todo plantea la necesidad de saber cual es el criterio de selección que se utiliza para designar a quienes deben formar a nuestros policías.
Lo que es por cierto preocupante de cara al futuro…y mirando el pasado.