El «Chapa» Suñé: el hombre que escribió la historia de Boca

Por José Luis Ponsico (*)Hacía tiempo que Rubén Suñé tenía la salud quebrantada. Su familia y los innumerables amigos «xeneizes»lo sabían. Murió de madrugada. Lo velaron en Pompeya, su «condado».

José L. Ponsico

Hacía tiempo que Rubén Suñé, popular «Chapa» , tenía la salud quebrantada. Su familia y los innumerables amigos «xeneizes», Jorge Ribolzi, Silvio Marzolini, Roberto Rogel, Nicolás Novello y Mario Zanabria, entre otros., lo sabían. Murió de madrugada. Lo velaron en Pompeya, su «condado».

Hijo de Hilario Suñé, sobrino de Juan, histórico dirigente de Boca en tiempos de Alberto J. Armando y primo de Juan Carlos, abogado de Agremiados, fallecido no hace mucho. Rubén símbolo de Boca, los 70, padre de Diego y Marina, casada con Luis Fabián Artime. Radicados en Córdoba, capital.

Entre los cercanos, además de su cuñado, Omar Larrosa, el mejor amigo en tiempos gloriosos, su  antigua barra de Valentín

Estirpe y pinta de ídolo xeneixe

Alsina, sabían que «el final» no estaba lejos. Una pena grande embarga al fútbol argentino. Suñé traspasó con su trayectoria el universo boquense. Tenía 72 años.

Llevaba internado un mes en el Hospital Británico. Aquél virtual «gladiador» del medio campo de Boca, multcampeón, de Juan Carlos Lorenzo en el 76, murió en el silencio, de madrugada. Mucho frío y nostalgia. De Pompeya al cielo si fuera una película. O una novela.

Debutó en el 66 con «la base» de una Tercera que marcó un hito: Rubén Sánchez al arco. Atrás además de Suñé, el buen central Abel Pérez, campeón con Chacarita Jrs. en el 69; Armando Ovide, José Antonio Pla en el medio. El «5» que lo comparaban con Ubaldo Rattín. Por estatura y mando.

El «6» Luis María Mas, hermano de Oscar «Pinino» Mas; sin olvidar adelante a Ramón «Mané» Ponce,  Norberto Madurga, llegado de Atlanta, con edad de Tercera; Nicolás Novello y el formoseño Ignacio Peña. Los que llegaron.

En el 71 junto a Silvio Marzolini, capitán y su compañero sub capitán, alentaron la dura huelga de Agremiados bajo la conducción de José Omar Pastoriza. El fútbol argentino vivía una asonada por la promulgación del Estatuto del Futbolista Profesional

Fue parte de la gran campaña de 1969 con Di Stéfano

Alberto J. Armando no los perdonó. Contrató a Rogelio Domínguez y los dos laterales del recordado equipo de Alfredo Di Stéfano, campeón del Nacional´69, debieron irse. Algunos pudieron volver. .

Como Daniel Onega de River el propio «Pato» Pastoriza de Independiente, recaló en Francia; Carlos Della Savia que estaba en River recién llegado de Quilmes. La AFA y los dirigentes los «marcaron».  Suñé volvió a Boca tres años más tarde. De la mano del «Toto» Lorenzo. Daniel Onega al año en River

De buena pegada y fuerte personalidad se hizo cargo de los penales. Convirtió 36 en Boca entre 1968 y en el regreso, hasta 1980. Apenas falló con Carlos «Batman» Buticce, San Lorenzo en el 69,  José «Perico» Pérez, River, Nacional´72 y Ubaldo Fillol, en Racing, también en el 72.

En la primavera del 85 vivió un bajón personal. De mucho amor propio, luego de sufrir lesiones, dos operaciones, tras un intentopor volver a los primeros planos en San Lorenzo, 1981 y no afirmarse como DT. en Quilmes, en el 82, sufrió una fuerte depresión

También supo integrar la selección en 1969 (5to. de pie)

El síndrome del ex futbolista y decadencia de un sistema perverso: en «las buenas», la gloria; en «la mala» el borde de la tragedia. El 22 de septiembre del 85 Suñé intentó quitarse la vida arrojándose al vacío desde un séptimo piso. Lo salvó el techo, precario, interior, de un comercio lindante.

Fracturas múltiples. La parte más afectada, la cadera. Igual, sobrevivió. Boca lo designó para las Inferiores. Volvió a vivir cerca de La Bombonera, su lugar en el mundo. Además de Pompeya. El «Chapa» Suñé gloria «xeneize», 376 partidos con la camiseta auriazul.

Situado con Roberto Mouzo, Antonio Ubaldo Rattín, Hugo Gatti -trayectoria en Atlanta, River, Unión y Boca, supera los 800 partidos- otro arquero legendario, Carlos Fernando Navarro Montoya. Los cinco o seis con más presencias en la Primera de Boca. Rattín 15 años sin interrupciones.

El gol a River que lo depositó en la historia

Hace tres años, la directiva que encabeza Daniel Angelici honró a Suñé con una estatua en el salón principal del club de la Ribera. Entre las imágenes recordadas, el «Chapa» bajando con la Copa del Mundial Interclubes, ganada en Alemania. Al Borussia Monchengradbach. Inolvidable. Mucha pinta.

Por el acto de homenaje, el periodista Marcelo Guerrero, «Clarín», escribió algo que simboliza el momento cumbre en el corazón «xeneize»: la pelota de Suñé superando la «barrera», la «avivada», de vísperas de la Navidad del´ 76.

«No hizo el gol más lindo de los mundiales. Tampoco de la Libertadores. Ni otro célebre con la mano. Ni el de cabeza, casi desde la mitad de la cancha. Pero Suñé puede contarles a todos, sin falsa modestia, que uno de los goles más importantes de la historia de Boca, es el suyo», escribió el colega.

De Pompeya al cielo. «Chapa» Suñé, estarás siempre en los corazones «xeneizes».

(*) Columnista de La Señal Medios, Libre Expresión y Mundo Amateur