Estela Alietti, de 90 años, estaba internada desde algunas semanas producto de un cuadro de salud “delicado”. Se informó que su muerte fue “por cuestiones naturales” y será velada en Dolores.
Desde hace muchos años Gustavo Pulti tenía como una de sus principales preocupaciones la salud de su madre y a ello dedicaba mucho de su propio tiempo con una dedicación que era muestra evidente del profundo amor que sentía por esa mujer que, junto a su ya fallecido padre, «eran los artífices de todo lo que pude hacer en la vida».
Robándole tiempo al descanso, recorriendo en pocas horas los kilómetros que lo separaban de su Dolores natal tan solo para dar un beso a su mamá y, más acá en el tiempo, visitándola varias veces por día en el domicilio marplatense al que por fin la había traído, la imagen de ternura del jefe comunal y su dedicación no dejaba de conmover a propios y extraños.
“Hoy abracé a mi vieja y le agradecí a ella y a Dios toda su fuerza y su alegría. Cumplió 90 venciendo mil obstáculos. Abrazo grande para la enorme familia de Mar del Plata y Batán”, había publicado Pulti en las redes sociales en el Día de la Madre. En esa publicación estaba la foto de él con su madre, a quien besaba y que hoy ilustra esta nota.
Una imagen de esa ternura que era devuelta por doña Estela que, en muchas ocasiones y como producto de su enfermedad, solo parecía reconocer a ese hijo del que tan orgullosa se sentía en los buenos años.
La edad, una salud progresivamente deteriorada y el solo paso del tiempo, terminaron hoy por llevarse la vida de la madre del intendente. Sus restos serán velados en la ciudad de Dolores donde recibirán luego cristiana sepultura.
Nuestro respeto y acompañamiento al Cdor. Pulti y la más profunda expresión de admiración por el ejemplo de cuidado, ternura y entrega que ha tenido hacia su mamá en todos estos duros años.
