Agotado el ANSES le toca ahora a los bonos de los jubilados

Para el gobierno los errores propios se pagan con plata ajena. Tras los disparates dichos por Kicillof en el FMI ahora se pretende correr al dólar con bonos de los jubilados

La semana financiera comienza con una fuerte presión compradora de dólares libres. El discurso de Axel Kicillof en el FMI ha puesto tenso al mercado, que va a salir a cubrirse con divisas.
El Gobierno, al aplastar al «contado con liquidación» limitando los movimientos con la AFIP de por medio, empuja a las empresas, operadores y público tras los billetes norteamericanos que están a punto de sobrepasar los 15 pesos.

El Gobierno se va a defender. Va a apelar a una mayor venta de bonos en dólares con legislación argentina. El Boden 2015, el Bonar X y el Bonar 24 van a ser volcados al mercado en cantidades importantes. El mecanismo es perverso porque casi todos esos bonos son de los jubilados.

Además seguirán ampliando el cupo de venta de dólares ahorro que supera los 30 millones diarios.

Saben que deben llegar a enero para negociar con los holdouts y que los swaps que vienen de China no son un alivio para el problema. Lo que resta entrar equivale a 8 días de importaciones de combustible.

El Boden 2015, el bono más corto, perdió más de 15% en lo que va de octubre. Tiene un rendimiento en dólares de casi 16% hasta el 3 de octubre de 2015. El Bonar X que vence en 2017 está 14,6% abajo en lo que va del mes. Estos dos papeles representan 50% de los negocios en títulos públicos del Mercado Abierto Electrónico (MAE), la plaza donde operan los bancos y la mayor negociadora de papeles de la deuda.

A su vez, la Bolsa arrastra pérdidas de valor de 20% en las acciones líderes con montos de negocios crecientes. Esto significa que los tenedores de papeles no hacen nada para defender el precio. Las acciones no se compraban por sus balances sino para hacerse de dólares. No hay buenos balances en la recesión.

Las operaciones de Wall Street con ADR’s de acciones argentinas del feriado no trajeron buenos presagios. Las bajas fueron generalizadas y los papeles que más perdieron fueron los que más se utilizan para hacer operaciones de «contado con liqui». Por caso, Pampa Energía cedió 4,07 por ciento. Los bancos también lo pasaron mal: Galicia perdió 2,08 por ciento y Macro, 1,36 por ciento.

YPF sigue en caída libre y dejó en el camino 1,95 por ciento. A las multas que hay que pagar por no cumplir con el fallo de Thomas Griesa, más los intereses caídos, habrá que sumarle la pérdida de valor de la petrolera y de los bonos que están en el Anses y pertenecen a los jubilados. El relato épico de la presidente Cristina Fernandez de Kirchner está teniendo costo demasiado elevado