Ahora Arroyo amenaza con cancelar el contrato con la «9 de Julio»

Acusa a la empresa de no haber avisado la posibilidad de paro por parte de sus trabajadores. Desde hace décadas la ciudad es rehén de la «9 de Julio» y los temores y/o intereses de los gobiernos.

“No descartamos ninguna decisión”, dijeron hoy voceros del gobierno municipal luego de encontrarse, por cuarta vez en lo que va de la gestión, con las calles pobladas de bolsas de residuos por un paro del Sindicato de Choferes de Camiones.

La frase tiene una única interpretación, según hicieron saber cerca de Carlos Arroyo: el intendente está analizando la opción de dar de baja el contrato con la empresa que presta el servicio de higiene urbana, Transportes 9 de Julio, cuya concesión fue renovada en enero por ocho años.

[Tweet «RECOLECCIÓN: Cuatro paro en dos meses, sin que el municipio haga nada para sancionar»]

Cabe recordar que dicha renovación se dio en el contexto de otro paro de los recolectores, casualmente resuelto en aquella ocasión por el Secretario General del Sindicato de Camioneros Hugo Moyano, que aportó el dinero para pagar los salarios.

Se dijo por entonces que tal aporte había sido a cambio de un mejoramiento en las obligaciones de la empresa en el nuevo contrato, cosa que luego pudo comprobarse fácilmente: por igual dinero la «9 de Julio» quedó comprometida a desarrollar menores tareas.

Inluso aquel préstamo motivó demasiados desencuentros entre las partes, que tuvieron su punto culminante durante una cena de los protagonistas con Mirtha Legrand en la que Arroyo agradeció a Moyano por haber aportado el dinero mientras el camionero juraba a los ritos que el no había prestado nada. ¿Qué pasó entonces?

[Tweet «RARO:por dinero la «9 de Julio» quedó comprometida a desarrollar menores tareas.»]

Desde entonces la ciudad ha padecido tres nuevos paros, con las consecuencias conocidas y sin que desde el municipio aparezca una actitud de firmeza frente a los incumplimientos.

¿Incapacidad?…¿complicidad?. El intendente tiene ahora en sus manos la posibilidad de responder a estas dudas.

O esperar la próxima extorsión.