Ahora Cristina aparece en las escuchas aportadas por Nisman

Por primera vez se sabe que Khalil afirmó que «por supuesto la Presidenta está al tanto de todo» y que el nexo era el conocido operador del gobierno Roberto Porcaro.

Se conocieron nuevas revelaciones de las escuchas que investigó el fallecido fiscal Alberto Nisman, por la causa AMIA y por la que imputó a la Presidenta y a referentes del kirchnerismo.

En una de las conversaciones se detectó que en 2013, la Presidenta Cristina Fernández estaba «al tanto de todo» de lo que negociaba Jorge Khalil con diversos dirigentes argentinos e iraníes, de acuerdo al testimonio del propio dirigente islámico.

Esto es lo que afirmó el propio Khalil en una de las escuchas dadas a conocer días atrás, en la que se menciona además a Francisco Scoccimarro, hermano del vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, como supuesto vínculo en la Casa Rosada. La conversación citada es del 2/02 del 2013.

En otro fragmento de la conversación, Khalil le pidió «calma» a un hombre al que identificó como Juan Carlos, mientras el memorando de entendimiento no avanzaba en el parlamento iraní. «Hay silencio en la embajada, hay mucho hermetismo, no se habla mucho del tema», dijo al respecto.

Khalil cuenta también que comió con un diplomático iraní: «Me dijo que por mi seguridad no me iba a decir nada, que en un tiempo me va a anoticiar de todo». También nombran a Francisco Scoccimarro, como quien «le manda a su hermano todos los mensajes de lo que estamos diciendo. No se pierde nada». Con este telón de fondo, el llamado Juan Carlos: «La Presidenta sabe todo lo que estamos hablando. Absolutamente todo».

Por último, Khalil asegura: «Más vale que la Presidenta sabe todo, si yo ya tuve una reunión con (el operador K Roberto) Porcaro«.

¿Quién es Porcaro?

Boudou llega a Necochea y es efusivamente recibido por Porcaro

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A Porcaro se le atribuyen diversas operaciones políticas y padrinazgos de dirigentes como Mariotto o el camporista José Ottavis. Y no oculta su amistad con protagonistas rutilantes del escenario K, como el vicepresidente Amado Boudou; el empresario mediático y ex chofer del matrimonio Kirchner Rudy Ulloa Igor, y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que alguna vez dijo que Porcaro era «su único amigo radical».

«Es el tipo que tiene a todos en la agenda», resume un conspicuo comunicador del oficialismo, que lo emparentó con lo que la figura de Enrique «Coti» Nosiglia fue al radicalismo del regreso de la democracia.

Y también se lo vincula con otro de los nombres claves en la investigación del fiscal: el del espía Ramón Bogado.

El supuesto espía de la ex SIDE, Ramón “Allan” Bogado, participó en 2013 del armado de campaña del FpV en Neuquén. El acusado por el fiscal Alberto Nisman de operar para el entorno presidencial en las negociaciones con Irán colaboró en la fallida candidatura a diputado de Carlos Sánchez, actual director nacional de la Aduana. En aquel entonces, Sánchez se desempeñaba como director de Recursos de Seguridad Social de la AFIP, y tenía intenciones de representar a su provincia en el Congreso. La figura que los acercó sería un importante operador político K: Roberto Porcaro.

“Bogado vino unas diez veces a la oficina de Porcaro y siempre se presentó como un hombre de la SIDE”, manifestaron en el entorno del operador. En una de sus visitas aseguró tener un grupo de veinte intendentes de Neuquén con ganas de “hacer política”.