Una joven que esperaba el colectivo en la esquina de su casa fue abordada por dos individuos que pretendieron subirla a un automóvil. La intervención de los vecinos evitó el rapto.
Una adolescente de aproximadamente 16 años que esperaba el micro en la esquina de su casa, en el macrocentro de la ciudad, el martes cerca del mediodía, fue abordada por dos individuos que circulaban en un automóvil Fiat color Azul y que intentaron subirla por la fuerza al rodado.
La intervención de la madre, quien desde el domicilio alcanzó a observar lo que ocurría al escuchar los gritos de la joven, y la aparición de un grupo de vecinos igualmente alarmados por los pedidos de auxilio de la víctima, terminaron por poner en fuga a los malvivientes que inclusive dejaron el automóvil abandonado en el lugar.
Una vez que se hizo presente la policía pudo constatarse que dentro del mismo había una importante cantidad de bebidas alcohólicas, así como armas blancas dejadas por lo delincuentes.
La joven fue trasladada a la sede del cuerpo médico forense donde se constató que se encontraba en perfecto estado de salud aunque bajo los efectos de un fuerte shock emocional. Mientras tanto Policía Científica trabajaba en el lugar tratan de de encontrar rastros que permitiesen la identificación de los frustrados secuestradores.
Lo ocurrido viene a aumentar los casos de secuestros y/o intentos que tienen alarmada a la población marplatense y que en las últimas semanas se han reiterado con una grave secuela de violencia sexual y en alguna ocasión un desenlace fatal.
Las autoridades se encuentran hasta ahora claramente desorientadas, pero mucho se teme que se esté frente a una forma delictiva vinculada con el exceso en el consumo de alcohol y de drogas y la posibilidad de una siniestra forma de «diversión» adolescente.
En una semana en la que las poco felices afirmaciones del intendente municipal Carlos Arroyo sosteniendo que «la violencia de género es una moda», y mientras la justicia investiga la participación de funcionarios de su gabinete en el encubrimiento que se intentó en las horas posteriores al asesinato de Lucía Pérez, este nuevo caso viene a poner en evidencia que algo anda muy mal en Mar del Plata y que sus autoridades no toman el tema con la seriedad que debería tener.
