Por Federico Tessore – El presidente del Banco Central acaba de nombrar a su novia y a su hijo dentro del banco. Desde esta columna nos animamos a darle algunos consejos al joven.
El pasado martes el diario La Nación publicó una nota donde describía cómo el flamante presidente del Banco Central de la República Argentina, Alejandro Vanoli, no solo nombraba a más de 200 “amigos” en pocos meses, sino que también nombraba como funcionarios dentro de la entidad a su novia y a su hijo Facundo Vanoli.
Imaginamos que Facundo, estudiante de cine, debe estar contento con su cargo en el área de comunicación del BCRA. Pero como no creemos en los almuerzos gratis, tenemos el deber moral de darle algunos consejos antes de que sea tarde.
Antes de escribirle unas palabras al flamante funcionario publico, Don Facundo Vanoli Long, esto decía el diario La Nación el pasado martes:
El Banco Central (BCRA) se sumó a la ola de nombramientos indiscriminados de empleados que llegó a distintas áreas de la administración pública nacional en los últimos tiempos, cuando se aproxima el fin del mandato de Cristina Kirchner.
Desde hace sólo siete meses, cuando Alejandro Vanoli asumió la conducción de la entidad, ésta amplió casi 10 por ciento su plantilla, en consonancia con lo que ocurre en otras reparticiones estatales. Y entre los incorporados figuran su hijo y la actual pareja de Vanoli.
Para facilitar las nuevas designaciones, el BCRA dispuso en marzo una tardía readecuación de las normas laborales generales que, en los hechos, acortó a la mitad los plazos de confirmación del nuevo personal.
De esta manera, quedarían en condiciones de continuar en funciones tras el cambio de gobierno o la nueva administración enfrentaría el brete de asumir un elevado costo presupuestario si intentase prescindir de ellos en un eventual intento de desplazar a Vanoli (con mandato hasta 2016) del cargo.
Papá Alejandro fue muy hábil con la movida. No solo nombró a sus familiares dentro del banco, sino que también acortó el período de prueba. De tal forma que los nuevos funcionarios, en vez de un año, tienen que pasar por solo seis meses para quedar como efectivos. Antes del fin del mandato de Cristina… un movimiento de un hábil hombre de negocios…
Ahora sí, unas breves palabras a su hijo:
Estimado Facundo,
No tengo el gusto de conocerte, por lo tanto, todo lo que te voy a escribir no te lo tomes en forma personal. Tal vez seas un tipo macanudo, que pueda ser amigo de cualquiera de nosotros. Pero eso hoy poco importa.
Lo que importa es que tu papá, hoy presidente del Banco Central de nuestro país, te nombró como funcionario público. Por lo tanto, a partir de este nombramiento, todos los argentinos te vamos a estar pagando tu sueldo todos los meses.
Sí, ya sé. No sos el único argentino que vive del Estado, “¿Por qué la agarramos con vos?”, te preguntarás. De hecho, la ANSES le paga todos los meses algún beneficio a más de 17 millones de argentinos.
Bueno, el tema es que sos un caso testigo del festival de empleo público que disparan los Gobiernos populistas como el que forma parte tu papá. Y además, como en Inversor Global hablamos sobre temas de inversiones y finanzas, los movimientos de tu papá nos llaman especialmente la atención. Por eso elegimos escribirte esta carta. Pero podría haber sido una carta dirigida a cualquier otro hijo nombrado por su papá político.
Lo primero que te voy a decir es que en cualquier país serio vos no podrías haber recibido este regalo de parte de él. Es realmente increíble que el presidente de un ente público tenga el poder de nombrar a su hijo así de fácil.
En un país serio, se tendría que haber abierto un concurso público para encontrar una persona para tu puesto y se tendría que haber elegido al mejor. Y es muy probable que el elegido no hubieras sido vos. ¿No te das cuenta que la única causa por la que te beneficiaste con un cargo público es porque sos el hijo del presidente?
No tenés ningún mérito para semejante nombramiento. No tenés ningún antecedente. Esto sería un escándalo en cualquier empresa u organización privada. Y es un escándalo mucho mayor en un organismo público.
Tu papá se olvida que el banco que preside no es una empresa familiar. Que no puede hacer lo que quiere. Que no tendría que tener el poder de nombrar a sus familiares porque se le ocurre. Que no tendría que tener el poder de nombrar a 200 personas de la nada.
En cualquier país serio del mundo a tu papá ya lo hubiesen echado del banco y seguramente tendría que terminar preso por beneficiarte a vos y a todos sus amigos indebidamente. No se puede usar dinero público para beneficio personal.
Sí, ya sé. Vos no sos tu papá. Si tu papá actúa de esa manera, es un tema de él y estoy de acuerdo. Pero te aclaro este tema porque vos si podés poner un límite. Le podrías haber dicho algo como: “No, papá, conmigo no, yo voy a esforzarme para conseguir un trabajo verdadero, donde me tomen porque soy realmente necesario, no porque soy tu hijo”. Esa respuesta hubiese sido fantástica, Facundo.
Pero ojo, hay que estar en tus zapatos. Entiendo que la tentación es grande. Y aparte es tu papá… no es fácil plantarse contra un padre que uno admira y respeta. Lo entiendo perfectamente. Pero no por eso creo que hayas actuado bien.
Y no solo lo digo por vos. Lo digo por los millones de argentinos que cobran dinero del Estado sin merecerlo. A vos y a todas esas personas, les pregunto: “¿No se dan cuenta que se están pegando un tiro en el pie?”.
Está claro que todos debemos vivir de algo. Y si vivimos en un país controlado por el Estado, es difícil librarse de el. Pero, ¿no te das cuenta que eso es imposible de mantener en el tiempo? Es imposible que 20 millones de argentinos vivan del Estado mientras solo 12 millones trabajan en empleos reales. No se puede mantener, así de fácil, nos guste o no.
Por ello, Facundo, tenés que ser consciente de que tarde o temprano te vas a quedar sin trabajo. Y esto va a ocurrir de un día para el otro y sin previo aviso. Esto se puede dar de una forma ordenada o desordenada. Pero va a ocurrir.
Por ello, dos recomendaciones finales:
Te recomiendo que ahorres. Compra dólares u oro con el dinero que el Estado te va a regalar todos los meses. Porque tarde o temprano el regalo se va a acabar y vas a quedar en la calle como los argentinos que no tienen un familiar funcionario. Y si tenés dinero ahorrado te va a ser mucho más fácil lanzar un negocio nuevo o esperar tranquilo a conseguir un empleo real. Nosotros te podemos ayudar en ese sentido. Ni mires el área de “educación financiera” que quiere armar tu papá en el banco porque es un desastre, no sirve de nada, te va a dar consejos erróneos.
Renuncia apenas puedas o te lo permita tu bolsillo y conseguite un empleo real. Un trabajo real es un empleo que no se basa en tener a un papá que te lo dé. Se basa en depender de personas o empresas que voluntariamente compran el producto que vende la empresa que te emplea.
Ésta es la única forma de lograr progresar en forma sustentable. Lo otro es pan para hoy y hambre para mañana…
Te deseo un excelente fin de semana largo,
Federico Tessore
Para Inversor Global Argentina