ALVARADO HUELE A SANGRE

Si no hay violencia, no vale; esto parece decir a cada paso el club Alvarado, cuyos inservibles dirigentes siguen siendo presos de la violencia de las barras que todo lo dirimen a los tiros. Otra más.

Ni los «hinchas» ni los dirigentes quieren a Alvarado. De otra forma no puede entenderse que todos los días, casi sin excepción, hagan algo para empujar a la institución hacia el abismo.

Los primeros, convertidos en una de las barras más despreciable y temida del país a punto tal de que no son pocos los lugares de la Argentina que no quieren saber nada con su presencia, han hecho de su carácter de seguidores un negocio en el que la violencia, el apriete, la droga y la siempre rentable tarea de ser «culata» de dirigentes políticos y sindicales se esconden tras la cada vez más desteñida camiseta del «torito» es lo que menos importa.

Un hombre fue baleado en el estómago este martes a la tarde durante la presentación del nuevo técnico de Alvarado y por ahora los investigadores intentan dilucidar lo que ocurrió.

El caso ocurrió cuando estaba finalizando la presentación de Gustavo Noto en la institución ubicada en avenida Jara y Peña. En base a las primeras informaciones, el ataque obedeció a la interna de la hinchada del club.

Dentro del club se encontraba el diputado nacional Facundo Moyano, quien afirmó que «por menos que esto yo me fui en el 2013” . “Ganaron los delincuentes -agregó. Querían que los dirigentes se fueran y lo van a lograr”.

Palabras que no llegan a esconder la responsabilidad que también a él le cabe como dirigente: todos saben que es la figura fuerte de Alvarado y que quienes completan la Comisión Directiva nada pueden hacer sin la anuencia del promocionado sindicalista.

Una Comisión timorata, inacapaz de tomar el toro por las astas -algo lamentablemente común a todas las del fútbol argentino- y que ha intentado «administrar» la violencia de las barras sin lograr absolutamente nada y llegando a niveles como el observado en el día de hoy. Pero sobre todo, y más allá de cualquier buena intención, cómplice de los energúmenos.

Una verdadera pena ya que en otros aspectos de su vida institucional la histórica institución ha dado no pocos pasos adelante, especialmente con la potenciación de su sede social y la apertura de su campo deportivo que es envidia de muchos.

Pero que al no dejar de ser noticia por estos desmanes, que ponen en riesgo vidas humanas, no logra ni logrará salir de ese cono de violencia que desde hace dos décadas viene incorporado a su nombre. ¿Cuánto falta para que las autoridades del fútbol resuelvan una desafiliación que es ya hoy inevitable?, ¿O para que la justicia termine interviniendo a un club que a todas luces no sabe o no quiere mantenerse dentro del margen de la ley?.

¿Qué el poder de Moyano logrará evitarlo?…lo dudamos; es probable que Sergio Massa no tenga muchas ganas de que en un pequeño club marplatense aparezca un cadáver cuya sangre termine salpicándolo.

Y todo indica que para ello no falta mucho tiempo…