Anuncios del gobierno – Cuando todo puede salir peor de lo planeado

Por Adrián FreijoUna mañana para enseñar a los alumnos de Comunicación Social todo aquello que no debe hacerse cuando de despertar confianza se trata. Y un gobierno a la deriva.

Un canto a la improvisación y un preocupante mensaje en el que el gobierno parece querer decirle a la sociedad que no sabe para que lado arrancar en eso de resolver un momento económico que se emparenta con los momentos más preocupantes de la historia reciente de los argentinos.

El país amaneció con un insólito video del presidente, con cara de recién despierto, que visita a una de tantas familias ad-hoc de esas que Durán Barba y Marcos Peña eligen para mostrar a un Macri sencillo y cotidiano. Con la pobre asistencia técnica de un video de celular, el primer mandatario vuelve a transitar las remanidas frases del «vamos a ganar», «vamos a triunfar», «lo peor ya pasó» y tantas otras que viene repitiendo desde el inicio de su gestión y que tres años después no pueden encarnar en éxito alguno.

La investidura presidencial -importante en todo momento y aún más en momentos de crisis- seguramente merecía un tratamiento diferente. No es lo mismo un adormilado señor tomando mate que «El Sr. Presidente de la Nación Argentina» dirigiéndose a la población desde su despacho y por cadena nacional. Uno da la sensación de estar al frente de la crisis...el otro de un farabute que está llegando tarde a su trabajo.

Parece un formalismo, pero no lo es…

Y tan tarde llegó Macri a su trabajo que los voceros oficiales debieron informar que la reunión de gabinete se había retrasado y que los ministros aún discutían las medidas a anunciar. ¿Llamaron a conferencia de prensa y todavía no estaba cerrado el mini plan?...por Dios….

¿Un ejemplo?: los anuncios previos de un congelamiento en la tarifa de gas terminó siendo un tibio anuncio de que alcanzaba al fluido en boca de pozo. Como se olvidaron de negociar con las distribuidoras, ahora debió anunciarse que de ellas depende bajar o no el costo principal de la provisión de gas. Con la falta de seriedad que lo caracteriza, el gobierno negociaba telefónicamente en los minutos previos a comunicar…lo que no estaba resuelto.

La presencia de Dujovne, Sicca y Stanley no ayudó demasiado. Ni siquiera pudieron fijar con claridad el momento de puesta en marcha de muchas de las medidas anunciadas. El «estamos trabajando», «en los próximos días» y «vamos a implementar» fueron muletillas reiteradas con peligrosa asiduidad ante las preguntas acerca de el inicio del plan. Quedó en claro además que por lo exiguo del contenido se debió agregar como «novedad» cuestiones que ya estaban en vigencia con anterioridad.

Párrafo aparte para el disparate de iniciar el acuerdo de precios para la canasta familiar a partir del próximo lunes. A los mismos comerciantes que venían remarcando en las últimas horas -temerosos de que el congelamiento fuese inmediato- se les facilita todo el fin de semana para adecuar los valores a lo que ellos crean seguro a sus intereses. No puede encontrarse una razón lógica para semejante equivocación.

Y ni que decir del peor error comunicacional que hoy, casi a manera de suicidio, cometió la administración de Macri y sus asesores: al anunciar que los aumentos de tarifas se postergan hasta enero, le están sugiriendo a la población que en octubre vote por otro. Ya saben que si gana Macri allá por comienzos de 2020 se encontrarán con un salto de los precios de la luz, el gas y el agua que estar{a por arriba del 90%. Algo que de ninguna manera convalidará ninguno de los posibles candidatos de la oposición que ahora, gracias a Marquitos, Jaimito y Mauri tienen un anuncio concreto para desarrollar en campaña.

En resumen, una obra maestra de terror y otra demostración de impericia agravada por el hecho de que ciertamente lo anunciado no logra elevarse un palmo sobre la categoría de parche.

Una lectura más profunda permite colegir que el empresariado, fundamental para este tipo de políticas acordadas, ha tenido una respuesta muy tibia a la demanda presidencia.

Pero eso es otro tema…¿o ÉL tema?.