¿Otra batalla?. Desde la visión bélica del intendente la clausura del Hotel Hermitage puede ser un nuevo hito en la guerra. Desde el sentido común se impone que alguien ponga coto a tanto delirio.
Adrián Coalli, titular de Inspección general, confirmó hoy el cierre “preventivo” del hotel. Aclaró que el control “es un procedimiento de rutina, no una persecución como dicen”.
Desde el municipio sostuvieron que «faltan tres matafuegos y alguna señalización».
Sea como fuese -y teniendo en cuenta que Carlos Arroyo ya ha dejado en claro que para él Maria Eugenia Vidal debe ser solo una espectadora de la guerra que será comandada personalmente por el intendente- parece claro que se hace urgente una intervención directa de Mauricio Macri para terminar con semejante grado de delirio.
Una ciudad de la importancia de Mar del Plata se encuentra de rehén entre el fuego cruzado de un intendente al que le gustan los juegos de guerra y un multimedio que se resiste a abrir espacios de poder en la ciudad.
Mientras tanto 4000 chicos fueron dados de baja de la asistencia alimentaria escolar, las calles ya se parecen a un paisaje lunar lleno de cráteres, las sociedades de fomento no reciben los aportes necesarios para el mantenimiento de los barrios, los sueldos se pagan invariablemente fuera de término, la basura acumulada se ha convertido en parte del paisaje urbano y todo lo que tiene que ver con el municipio flota a la deriva como un barco sin timón.
Y en el medio los marplatenses, atónitos ante tanta estupidez, esperamos en vano que las cosas entren en el camino del sentido común.
Pero parece que dos son multitud y cientos de miles…nada.