Así asesinaron a Alberto Nisman en el baño de su departamento

Alberto Nisman fue asesinado en el baño de su departamento y el autor del crimen escapó por la apertura de la puerta sin dificultad alguna.

Un nuevo escenario aparece hoy en el crimen del fiscal Alberto Nisman y ya son pocos los que se atreven a sostener la hipótesis del suicidio. Fue un homicidio y ahora se conoce la forma en que fue ejecutado.

Todas las miradas se dirigen a Diego Lagomarsino, aunque en el ámbito de la inteligencia argentina se acepta la posibilidad de que el asesinato haya sido obra de un profesional especializado. Claro que el arma utilizada y su presencia en el lugar comprometen seriamente a quien hasta ahora aparecía sólo como un amigo que la había facilitado.

El crimen ocurrió en el baño del departamento 13 de las torres Le Parc, entre las 16 y la medianoche del sábado 17 de enero.

Siempre según los peritos el fiscal no estaba solo: lo acompañaba el homicida. Es decir que, para la querella, Nisman fue asesinado en el mismo lugar donde fue hallado el cuerpo, y el nuevo horario ubica a Diego Lagomarsino en la escena del crimen. Creen que pudo haber sido llevado al baño amenazado.

¿Por qué los peritos oficiales insisten en un dictámen que deja al colaborador de Nisman fuera de la escena del crimen? ¿por qué insisten en que el fiscal murió entre las 10 y las 13 del domingo 18 de enero?

La hora de la muerte. Para Héctor Di Salvo, el médico que realizó la operación de autopsia, el fiscal murió entre las 10 y las 13 del domingo 18 de enero. Una situación que dejaba a Lagomarsino fuera de suspicacias. Para Sandra Arroyo Salgado, en cambio, el horario fue mal calculado. Raffo y el médico Julio Ravioli confirmaron el dato con el análisis del humor vítreo, un líquido transparente y gelatinoso, que se encuentra en el ojo.

La pericia de parte deja además en claro que no fue Nisman, sino su asesino quien apretó el gatillo. La trayectoria del disparo fue de abajo hacia arriba y de atrás hacia delante. El proyectil ingresó por la zona temporoparietal derecha, a tres centímetros de la oreja y a una distancia de 1 centímetro.

Con respecto a la forma en que quedó el cuerpo y las posibilidades que tuvo el asesino para salir del baño, ya no quedan dudas: aunque la cabeza de la víctima quedó apoyada sobre la puerta, no impidió que quedara abierta unos 15 centímetros. Esto lo admitió la propia fiscal Feín al afirmar que por esa hendidura pudieron ingresar al baño.

Esta semana se reunirán los peritos de las dos partes y muchas serán las explicaciones que deberán dar los oficiales para refutar la opinión de los nombrados por Arroyo Salgado.

Algo que según sostienen en tribunales «va a ser imposible de sostener».