Tras afirmar que «Argentina va a cumplir sus compromisos» y ser desautorizado en público por la vicepresidente, Alberto cambió de parecer y se alineó con la mirada rupturista de su jefa.
El presidente Alberto Fernández señaló hoy que en materia económica «no existe una contradicción» con la visión que tiene Cristina Kirchner sobre esas cuestiones, en especial sobre la negociación en marcha con el FMI para reprogramar los próximos vencimientos con ese organismo, y remarcó que «la deuda, en los términos en que está, es impagable».
«No existe la contradicción, es una contradicción que siempre nos quieren imponer, porque hay un deseo muy claro de dividirnos y hacernos aparecer en posiciones contrapuestas, que no son tales», subrayó el jefe de Estado esta mañana en declaraciones a Radio Del Plata, en el programa ‘El Cohete a la luna’ que conduce el periodista Horacio Verbitsky.
«Son formas de decir las cosas, modos de decir las cosas, pero que en lo sustancial representan exactamente lo mismo», señaló Fernández en referencia a las definiciones realizadas por la vicepresidenta y titular del Senado durante una visita a la localidad bonaerense de Las Flores, el 24 de marzo último.
En esa ocasión, Cristina Kirchner aseguró que la Argentina no se encuentra en condiciones de pagar los vencimientos de la deuda que tiene con el FMI: «No podemos pagar la deuda porque no tenemos la plata», dijo.
En relación con esos dichos, el Presidente recordó que «días atrás, antes de que Cristina hablara (en Las Flores), en un acto que hicimos en Almirante Brown, yo le contaba a la gente que este año teníamos que pagarle al Fondo 3500 millones de dólares y que el año que viene teníamos que pagarle 18.000 millones de dólares, y que año siguiente (2023) teníamos que pagarle 19.000 millones de dólares».
«Semejantes cifras lo único que dan cuenta es de cuanto nos posterga la situación que tenemos con el Fondo», puntualizó y agregó: «ahí tiene razón Cristina, ¿qué posibilidades tenemos nosotros de pagar 18.000 millones de dolares el año que viene? Ninguna. Si ya nos cuesta mucho pensar en pagar 3.500 millones de dólares este año«, advirtió.
Esta última afirmación parece indicar que, en medio de las difíciles negociaciones que lleva adelante en Nueva York el ministro de Economía Mártín Guzmán, el presidente quiere dar la señal de que al menos los vencimientos de este 2021 serán cancelados.
Por esto, Fernández agregó que el objetivo del Gobierno en sus tratativas con el FMI es «ver cómo negociar con el Fondo para obtener las mayores ventajas y, en eso, Martín (por Guzmán) está trabajando mucho y a mi juicio lo está haciendo bien». Cabe recordar que en las últimas semanas trascendió el enojo de Cristina con el titular de Economía, a punto tal que se especulaba con el pedido directo al presidente para que dispusiese su alejamiento.
Y aunque nada de eso pasó de ser una especulación política, se sabe que en los círculos del kirchnerismo duro se acusa a Guzmán, y por tanto al propio presidente, de mantener una posición débil frente a los acreedores. Tanto el FMI como los bonistas.
Además, consultado por el debate en torno a evitar el déficit fiscal o la expansión del gasto público, el mandatario contestó: «El kirchnerismo que yo aprendí, que es el kirchnerismo al lado de Néstor, era un kirchnerismo que se irritaba por el déficit fiscal, que creía que el déficit fiscal era definitivamente nocivo, y razonablemente lo es, porque esto de gastar lo que no tenés, en cualquier hipótesis, es nocivo».
Aunque sobre ese punto, que podría ser tomado como un distanciamiento conceptual de cristina -que durante su gestión demolió el superávit fiscal convirtiéndolo en un déficit de hasta 7% del PBI en base a una emisión descontrolada- añadió rápidamente: «digo eso pero también digo que estamos en un mundo donde el déficit fiscal es la regla y el superávit es la excepción, porque la pandemia ha dejado en situación de déficit a todos».
Así, pese a los esfuerzos por tranquilizar a los acreedores en medio de una negociación tan delicada, quedó en claro que Alberto Fernández no quiere molestar a Cristina y está dispuesto a alinearse, aunque sea formalmente, con el discurso confrontativo de la ex presidente.
Queda por saber si para ella eso será suficiente…