Brasil -El primer debate presidencial tuvo perfume de mujer

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y su principal rival en las elecciones del próximo 5 de octubre, Marina Silva, se atacaron este lunes mutuamente con los puntos débiles de sus respectivos planes económicos y se acusaron de generar políticas de desempleo en el segundo debate televisado entre los candidatos.

Las diferencias en materia económica entre las dos favoritas propiciaron los momentos más tensos y entreveraron todo el debate, organizado por la televisión SBT y otros medios, en el que también participaron el socialdemócrata Aécio Neves, tercero en las encuestas, y otros cinco candidatos.

Rousseff y Marina Silva, candidatas que según las encuestas más recientes están virtualmente empatadas de cara a la primera vuelta de las elecciones, se acusaron mutuamente de poner en peligro la economía brasileña con sus propuestas y de amenazar un repunte del desempleo.

Las dos candidatas se interpelaron tres veces en el debate y en todas ellas eligieron temas financieros, abordando los planes para las riquezas petroleras del país y las principales políticas macroeconómicas.

La actual jefa de Estado, del Partido de los Trabajadores (PT), acusó a Silva de plantear una política económica que generaría desempleo y subrayó que su contrincante no ha presentado planes para apoyar la política que propugna, que contemplaría una elevación del gasto público en salud y educación.