Cuando todo indica la decadencia del Estado Islámico en su poder de fuego, la reaparición de Al Qaeda enciende las alarmas sobre la capacidad del terrorismo islámico para regenerarse.
Fuerzas de seguridad francesas y burkinesas han conseguido asegurar el hotel Splendid, escenario principal del asalto perpetrado este viernes por milicias afines a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) en la capital de Burkina Faso, Uagadugú, y que habría dejado, según estimaciones oficiales no confirmadas, en torno a una treintena de muertos y otros tantos heridos.
Aún no se conoce el balance exacto de víctimas en ese enclave frecuentado por extranjeros, entre ellos tropas francesas, y ha tomado rehenes. El principal hospital de la capital habla de una veintena de muertos, a la vez que las fuentes oficiales confirman diez fallecidos en un restaurante cercano al hotel tomado por los terroristas.
Por su parte, el embajador francés en Burkina Faso, Gilles Thibault, ha anunciado este sábado que ya son 27 los muertos en el ataque perpetrado la pasada noche por milicianos yihadistas contra el hotel Splendid de la capital de Burkina Faso, Uagadugú.
En su cuenta verificada de Twitter, Thibault ha indicado que unas 150 personas, contando rehenes y heridos, han sido evacuadas a hospitales cercanos para recibir tratamiento médico por heridas de diferente consderación.
Anteriormente, el Ministerio de Seguridad del país africano había informado de que han muerto tres yihadistas -descritos oficialmente como «un árabe y dos africanos»- en la operación, y ha añadido que 126 rehenes que permanecían en el hotel han sido liberados.
La toma del hotel ha sido particularmente lenta porque los yihadistas habían colocado explosivos en varias plantas del edificio, lo que ha dificultado el avance de las fuerzas de seguridad, según fuentes cercanas al operativo que ha puesto fin al primer gran atentado islamista del que se tiene constancia en el país.
El ataque comenzó con un grupo de hombres armados abriendo fuego contra varios establecimientos. Después se dirigieron al Splendid, donde es habitual ver a dichas tropas extranjeras, que participan en la «Operación Barkhane», dedicada a luchar contra el yihadismo en el Sahel.
El ejército, que llegó a decretar un toque de queda en la ciudad hasta las 6 de la mañana, inició durante la madrugada el asalto al hotel para rescatar a los rehenes, de los cuales 33 han resultado heridos. Uno de estos es el ministro del Gobierno Clément Sawadogo.
La amenaza terrorista sobre Burkina Faso supone un enorme desafío para Roch Marc Kabore, que llegó al poder en las elecciones del pasado mes de noviembre convirtiéndose en el primer líder nuevo de la nación africana en décadas.