(Escribe Dimas J. Pettineroli) – Implica un cambio en el estilo de campaña, siempre basadas en actos por segmentos específicos, en grandes hoteles.
Paula Lugones, la corresponsal de CLARÍN de Buenos Aires en Washington, (ver su nota del domingo 2.11.14 paginas 30-31) nos informa que “los candidatos de Obama pelean el voto casa por casa”.
En los últimos 5 años, y esto lo ratifique en los 2 seminarios en UTHGRA en Mar del Plata invitado por Mercedes Morro) he venido escribiendo y entrenando a líderes para “ganar la calles”. Exactamente ese manual es el que aplicaron algunos candidatos demócratas para el Supermartes legislativo del 4.11.14, donde van a la reelección.
Implica un cambio radical en el estilo de campaña a norteamericana, siempre basadas en actos por segmentos específicos, en gimnasios o salones de grandes hoteles.
Ni hablar en la última década abonados por fuerte presencia en las redes sociales y las clásicas campañas de vía publica, radio y tele. Mucho dinero invertido que ahora comienza a redirigirse a operadores barriales, que abren puertas y generan encuentros directos con los vecinos “de la cuadra”.
En Venezuela hacemos campaña con este método desde 2008 y nos ha dado 14 victorias. Creo que en Argentina este sistema se aplicar en 2015.
En 1983 decíamos que ya no se podía ganar con la estampita de Perón”, y así ocurrió. Hoy, decimos lo mismo. “No se podrá ganar con la estampita de Perón o de la de Néstor”. Solo o sumados. Hay un gran rechazo K y eso deberá cargarlos el candidato FPV que arrancara con una base sólida de 28 % pero le costara mucho crecer.
El diputado John Delaney, que abandera el cambio, millonario hecho de abajo, lidera esta travesía de los 5 estrellas a la casa de los votantes, con mucho éxito. Cree que Obama está en picada y ni siquiera se ha tomado una foto con él.
Dice abiertamente que esa forma nueva de hacer política lo libera de los slogans y en el mano a mano con los ciudadanos escucha, aprende y comunica bien sus ideas.
La anfitriona, la argentina Alexandra Arata, dijo que “en nuestros países estamos acostumbrados a no participar porque asociamos a la política con la corrupción”. ¡Cuánta verdad en tan pocas palabras!
Ojala los aspirantes argentinos comprendan que lo más importante para triunfar es GANAR LA CALLE, caminando, hablando, estrechando manos, y no depender totalmente del presidenciable al que se vinculó.
Un abrazo a todos.
DIMAS PETTINEROLI
