Campazzo y el desafío de convivir entre la fascinación y la exigencia

Mientras espera definir su futuro deportivo para volver a la NBA, el ídolo de Peñarol habló con Radio Brisas sobre su movilizante experiencia en el mejor básquetbol del mundo.


Son días de descanso y de reflexión pero también de proyección y planificación. Campazzo ya cumplió su sueño de llegar a la NBA y ahora lucha por ganarse un lugar para permanecer en la elite tras sus dos primeros años en Denver Nuggets.

Desde su Córdoba natal, espera el momento de poder negociar con las franquicias que estén interesadas en sus servicios. «La paciencia y la tranquilidad no son mi fuerte, pero curiosamente me siento bastante relajado. Disfruto el día a día con mi familia, planifico entrenamientos y con eso me mantengo bastante ocupado», contó Facu en el programa Un Lugar en el Mundo.

Desde la tranquilidad del receso, reconoció que se pone «un poquito ansioso» pensando en julio cuando se abra el mercado. «Me quedé con buenas sensaciones y espero poder tomar la mejor decisión posible. Hacía tiempo que no tenía tanto tiempo de vacaciones», comentó sobre el ritmo diferente de estos días de encuentros familiares en Argentina.

En diálogo con la periodista Florencia Cordero en Radio Brisas, Campazzo calificó sus movimientos de inmigrante como «una linda sensación de vivir una aventura». Sobre su llegada a Estados Unidos, recordó: «Fue mover la familia de una zona de confort que era Madrid a otra cosa totalmente distinta. ´Qué linda aventura´, pensamos. La idea era esa. Porque mi sueño era poder jugar en la NBA y lo demás era relleno. Confiaba en que me podía ir bien. Mi familia me apoyó y era lo que necesitaba».

En ese sentido, profundizó: «Nunca me costó el tema de moverme de un lugar a otro. Me costó más adaptarme a la manera de jugar que a la vida en sí. Me acostumbro rápido. El idioma era una barrera muy grande. Pensé que sabía inglés y me di cuenta cuando llegué que no sabía tanto. Les pedía a mis compañeros que me hablen como les hablan a los amigos y que si no les entendía les iba a preguntar, pero no quería que me hablaran más despacio».

Sus dos temporadas en Denver tuvieron muchos matices, pero con su personalidad afable se fue abriendo camino. «No me animaba a hablar mucho pero traté de ser lo más abierto posible. No tenerle miedo al cambio. Tenía muchas ganas de jugar todos los días durante estos dos años. Sabía que el rol iba a ser diferente, pero que iba a tener oportunidades«, expresó.

Y con sabiduría reflexionó: «Hay que correr el ego de lado. Siempre en cada equipo que estuve terminé siendo protagonista con la pelota en la mano. Si quería eso mismo, mi ego me iba a impedir cumplir mi sueño. Fuí con la mentalidad de aprender y ser como un estudiante de la NBA para tratar de ir ganando un puesto. Es una montaña rusa. Podés jugar muchos minutos varios partidos y después salir directamente de la rotación».

El contacto con los fanáticos de los Nuggets fue siempre fluído y a pesar de no haber podido ganar más protagonismo, su juego dejó una buena impresión en la gente. Al respecto, señaló: «Me recibieron con mucho cariño. Intenté siempre por mis compañeros dar toda mi energía, tirarme a cada pelota, dar ese plus que me gusta a mí y puede ayudar al equipo. Eso a la gente le gusta. Y siempre me lo demostraron con cariño personalmente o por las redes sociales».

El vértigo de la NBA: fascinación, fanatismo y paciencia

«El primer año fue atípico porque se jugó sin público. Venía de España jugando sin público. Ya el segundo año era la NBA real. El verdadero show. Eso lo disfruté más todavía. Siempre tenía algo para aprender o situaciones que no podés creer. Gente famosa al lado tuyo que a veces tomás con normalidad y en realidad son cosas increíbles».

La selección argentina siempre entre las prioridades

Campazzo se convirtió en uno de los líderes de la selección y, especialmente después del retiro del capitán Luis Scola, sabe que la responsabilidad es mayor. «Necesitamos el compromiso de cada uno para seguir construyendo lo que venimos armando en los últimos años. Ya sin Luis ni Sergio Hernández con el compromiso y liderazgo de cada uno de los que están para seguir mejorando. Luis no va a estar pero nos marcó un camino y una manera de trabajar», señaló.

Y remarcó cuál es la clave: «Creer en la preparación, construir una identidad en la preparación y que el torneo sea un resultado de lo que se hizo previamente. Tenemos ganas de seguir estando juntos, comprometidos, más después de Tokio que no pudimos jugar de la mejor manera. Queremos juntarnos para seguir creciendo y aprendiendo. Néstor García nos va a dar una mano muy grande con eso porque es un gran conductor de grupos».

Mar del Plata y Peñarol, tierra de buenas momentos y lindos recuerdos

Siempre está presente entre sus memorias aquella primera vez que salió de su provincia natal para llegar tímidamente a «La Feliz» para probarse en Peñarol cuando tenía 15 años. «Llegué a Mar del Plata porque la Liga Junior era lo fuerte, ni pensaba en la Liga. Le dije a mi mamá que me iba solo y me apoyó. ´Si te va bien, bárbaro y si no quedás, de todo se aprende’, me dijo. Con esa base nada malo podía pasar. Era la primera vez que salía de Córdoba, fuera de mi barrio, nuevos amigos. Siempre estuve contenido. Eso dejó tranquila a mi madre para poder descansar por la noche sabiendo que yo estaba bien. Nunca estuve solo», recordó.

Desde Córdoba, el exbase de Peñarol adelantó que durante este receso tiene en mente hacerse una escapada a Mar del Plata para reencontrarse con sus seres queridos: «Es mucha gente. Quiero ir a comer a la casa de cada uno. Está en mis planes, tengo ganas. Quiero ir a Mar del Plata algún fin de semana. Los recuerdos son siempre los mejores, es mi segunda casa. En Córdoba está mi familia de sangre pero en Mar de Plata está mi familia del corazón. Muero de ganas de ir y poder abrazarlos a todos. Iría al club sin avisar, como cuando iba todos los días a entrenar con Osvaldo (Echevarría) y después a saludar a toda la gente que me adoptó ahí desde el primer día».

Escuchá la nota completa con Facundo Campazzo en Un Lugar en el Mundo por Radio Brisas