Camuzzi: «Va a ser una masacre» dicen en las oficinas de la empresa

Preocupación en los empleados de la distribuidora de gas ante las posibles reacciones del usuario. El nuevo cuadro tarifario implica aumentos que la mayoría de la gente no podrá afrontar.

«Vamos a reunirnos con la gente del sindicato. No queremos ser víctimas de la violencia de la gente cuando no pueda pagar su factura» dicen los empleados de la empresa en la sede ubicada en la Calle Belgrano.

«Va a ser una masacre» dicen los directivos. «Nosotros no podíamos seguir trabajando sin un aumento pero sabemos que así como se hizo va a ser imposible para la gente».

El nuevo cuadro tarifario demuestra que hasta el hogar más humilde se va a encontrar con aumentos imposibles de afrontar. Hay un trámite posible en el ENARGAS, que ofrece ocho causales distintas para quedar exento del aumento.

«Pero hay que hacerlo individualmente» aconsejan los especialistas. Y recuerdan que el amparo colectivo que estaba vigente deja de ser efectivo con el nuevo cuadro tarifario.

Mientras tanto en el gremio, así como ocurre con Luz y Fuerza, el debate está planteado: convertirse en «verdugos» de la gente y correr riesgos con la furia popular o negarse a afectar a los usuarios más humildes que no tendrán posibilidad alguna de defenderse.

Los más optimistas esperan una nueva intervención de la justicia, una decisión política en el más alto nivel -lo que parece improbable frente a la decisión del gobierno de Macri de operar sin anestesia- o al menos un acompañamiento efectivo de las autoridades locales para que las acciones comunes lleguen a buen puerto.

«Va a ser una masacre» dicen en Camuzzi. Y si ellos lo dicen…