Seis años de gobierno peronista y cuatro de una administración neoliberal. Ni los populistas ni los empresarios pudieron evitar que a la gente los alimentos se les encareciesen en un ¡¡¡ 2.413%!!!.
Si la Argentina tuviese una población educada, responsable y exigente en vez de constituirse en un conglomerado de mendicantes siempre a la espera de un milagro divino, es posible que quienes la gobiernan alternativamente desde hace años no pudiesen ni siquiera asomarse a la calle.
Los precios de los artículos que componen la canasta básica familiar subieron 2.413% en los últimos diez años, muy por encima de los salarios y de las jubilaciones, de acuerdo con un informe elaborado por el Centro de Almaceneros de Córdoba.
Se trata de una canasta de 19 artículos, entre los cuales se encuentran aceite, azúcar, carne, fideos, leche, quesos, yerba y huevos: «el ABC del consumo», señaló la gerente de esa entidad, Vanesa Ruiz. El Centro de Almaceneros cordobés realizó un informe donde evaluó el incremento de precios de esos artículos de la canasta básica, desde abril de 2011 a la actualidad.
«Lo que hicimos fue relevar 90 mil precios de la canasta básica de la provincia. Tomamos los 19 productos que tienen la más alta rotación de la canasta básica, desde el precio inicial hasta el precio actual de referencia», explicó Ruiz, en declaraciones al programa «Esta mañana», que se emite por Radio Rivadavia.
La dirigente puntualizó que «ese relevamiento lo comparamos con los ingresos y claramente vemos que los salarios y las jubilaciones han sido los perdedores. Los ingresos de la familias se derrumbaron en los últimos diez años».
Según el informe, el salario mínimo, vital y móvil aumentó un 1.044% en los últimos diez años y la jubilación mínima, 1075%. «Frente a ese 2.413% de aumento de precios, vemos claramente cuáles son los perdedores. Muchas familias están recortando absolutamente todo el amomento de consumir. Y vemos como, mes a mes, más familias caen en la pobreza», enfatizó Ruiz. Y añadió: «estamos frente a una situación de pérdida de poder adquisitivo y derrumbe de las ventas».
Por ejemplo, comentó que el consumo de carne atraviesa «uno de los momentos más bajos en términos históricos». Ruiz resaltó además que, frente a este panorama, los almaceneros siguen apostando a la venta con «fiado». «Parece algo de otro tiempo, pero los almaceneros siguen con el fiado y cada vez hay más familias que se hacen de alimentos de esa manera, porque no tienen otra posibilidad de financiarse», concluyó la dirigente.
Un panorama ciertamente deprimente y una pregunta que, a fuer de conocida, esta vez nos cabe a cada uno de nosotros: ¿en qué nos han convertido?.