Carlos Alberto «Pato» Posada, parte de la historia del fútbol local

Por José Luis Ponsico (*) – Una de las tantas peñas que le dan «vida» a la historia del rico fútbol marplatense, organizó en su sede un homenaje al ex futbolista Carlos Alberto Posada.

El popular «Pato» destacado en los´60 y 70 es uno más de los personajes que honran al fútbol de la Ciudad

El «Pato» nacido en la barriada del Club San Lorenzo, cerca de
la canchita de Papi conocida como el «Pedro Diez», el recuerdo
del directivo fallecido hace seis décadas, llegó enseguida a Primera

Jugador solidario, mucho ida y vuelta. Manejo, criterio. En San
Lorenzo «tapado» por la legión que llegó a Mar del Plata del fútbol
«grande» en los´60. Un chico de las inferiores, muy querido.

En su origen «8» clásico, cuando la selección nacional tuvo ciclo
inolvidable Jorge Raúl Solari, el «Indio». Cuyo apodo hizo célebre
al líder de «Los Redonditos de Ricota», hace treinta años.

También a su sobrino, Santiago Solari, obvio «Indiecito» (River, Atlético Madrid, Real Madrid, hasta su regreso a San Lorenzo hace siete años). Para Posada, el «Indio» (verdadero) era el modelo de jugador en el puesto

«Eramos varios en los planes de José María Barreiro, eterno técnico de San Lorenzo en los´60. Uno era yo, además «Tanguito» Pascual, Mario Lope, «1». Luisito Espinosa» contó Posada muchas veces.

«Estando en la colimba me pidió Alvarado y llegué con un «crack»:
René Esteban Sosa, rosarino, lleno de talento, habilidad. Jugador
vago e inolvidable. Tenía ojos en la nuca», evocó.

«El club San Lorenzo, su historia, la gente, refleja parte de las enseñanzas de la vida. Alli crecí», relató muchas veces. Hace tres años Posada con otros referentes de «los patas negras» organizaron un homenaje para los grandes futbolistas de los´60 y 70.

«Fueron más de 400 personas. Un éxito. Una veintena de figuras y con el «Colorado» (Norberto) Eresuma como el centro, todos abrazados en una jornada inolvidable», da cuenta uno de los principales organizadores.

Carlos Alberto Posada, el "Pato, era 8; arriba, segundo desde la izquierdaNegro (Abel) Pacheco; siempre  entre los parados, penúltimo hacia la derecha, Wálter Della Torre, junto a él  Turco (Adán) Amán; primero desde la derecha Dante (Piraña) Alvarez,

Carlos Alberto Posada, el «Pato, era 8; arriba, segundo desde la izquierdaNegro (Abel) Pacheco; siempre
entre los parados, penúltimo hacia la derecha, Wálter Della Torre, junto el Turco (Adán) Amán; primero desde la derecha Dante (Piraña) Alvarez,

Posada, antigua trayectoria como empleado de Casino, nunca olvidó una escena de la vida, fines los´50, comienzos los´60. Un señor en bicicleta  pasaba y se quedaba en potrero donde diez pibes nos juntábamos después  de la escuela, en picado interminable», relata

«Era -nada menos- que Alfredo «Lechuga» Borgnia, notable ex «8» de Ferro y San Lorenzo de Almagro, los´40, de los mejores de la época. Tiempos del «Charro» (José Manuel)Moreno, Vicente De la Mata, «Tucho»(Norberto)Méndez», enfatizó hace dos años.

«Borgnia llegó a San Lorenzo, Mar del Plata, 35 años y dictó cátedra.
Elegante,inteligente, técnica, pinta, sobrio, cuidadoso en el vestir.
Estilista, de la vida y la cancha. Detector de pibes para inferiores»,
cuenta la leyenda.

«Luego la vida y la redonda me llevó al querido «Negro» (Abel Alberto) Pacheco, cultor de la buena vida; la amistad, códigos del universo de futbolistas leales, buenas personas. Maestro» destacó. «Pacheco me llevó al Atlético Mar del Plata; era una fiesta», dice ahora.

Todo eso, junto, sintetiza memorias de Posada, cuya hija Sllvina,
multicampeona de Patín, ganadora en distintas pistas, prolonga un apellido que no sólo hace un objetivo de los títulos. También, el estilo.

Con su esposa que lo acompaña en el entrañable negocio de armado y venta de cuadros, calle Córdoba cerca de Matheu, Carlos Alberto Posada se ocupa de otro «grande» de la historia con el mismo cariño: el gran Wálter Della Torre
«Wálter es continuador de los grandes afectos que dejó aquél fútbol glorioso; Borgnia, Pacheco, la gran selección del´56, donde estaban (Juan Marcelino) Cornejo, Cándido (por González) y jovencito, veloz, «Pocho» (Bautista) Pereyra, emociona».

Un cierre mientras avanzan los preparativos del homenaje en sede del «Decano», Atlético Mar del Plata: «Pato» querido, estarás siempre en el corazón del fútbol. Con vos en la cancha, la vida, la pelota jamás se manchó.

(*) Periodista marplatense. Columnista de la Agencia Télam