El basquetbolista más experimentado del grupo, activo en Italia a los 40 años, habló de su rol en el equipo argentino, la construcción de la identidad de juego y el orgullo de ver a Manu Ginóbili en el Hall de la Fama de la NBA.
Con 40 años recién cumplidos, Carlos Delfino disfruta de hacer su valioso aporte a un grupo de jugadores que están haciendo su propio camino y buscando una identidad que no necesariamente tiene que ser la misma del equipo que salió subcampeón en el Mundial de China 2019.
Atrás quedó la impronta de la Generación Dorada que sentó las bases de una manera de trabajar, pero la selección de este tiempo tomó la responsabilidad y el desafío de construir algo nuevo en esta etapa con Pablo Prigioni al frente como Head Coach y Leo Gutiérrez como asistente técnico.
Los entrenadores, Prigioni y Gutiérrez, que fueron parte como jugadores de la camada más exitosa que logró el oro olímpico en Atenas 2004, conforman junto a Delfino ese bloque de representantes de una era que mantiene el espíritu de aquellos tiempos con el espacio y la libertad que los más jóvenes saben aprovechar para imprimir su propio sello liderados dentro de la cancha por Facundo Campazzo, Nicolás Laprovíttola y Gabriel Deck.
El análisis de Carlos Delfino en la AmeriCup (Cobertura de Florencia Cordero, enviada especial a Recife)