Se trata de un paquete publicitario que se ofrece y que entre otros “beneficios” ofrece una audiencia privada con el Papa a los empresarios que desembolsen entre 50 mil y 150 mil dólares.
«Yo prefiero un picado en un patio de barrio con una pelota común pero con alegría, antes que un gran campeonato en un estadio famoso». Hace apenas diez días, el Papa Francisco le escribió esas palabras a los directores del programa Scholas Ocurrentes. Hacía referencia al Partido por la Paz, un megaevento que reúne a estrellas del fútbol mundial y que el mes próximo se realizará en la Ciudad de La Plata, con un fin aparentemente benéfico. Pero parece que no lo leyeron bien.
Días antes se había revelado que el sumo pontífice estaba molesto con los organizadores de esos partidos, los argentinos Lisandro Borges y Roberto Sarti, por el derroche de gastos. Entre otras cosas, en el Vaticano recriminan que Scholas tuvo que financiar un reciente viaje a Roma de una comitiva de 11 personas que viajó en primera clase. Entre ellos estaba Juan Sebastián Verón, ex futbolista y presidente de Estudiantes de La Plata.
La web Vatican Insider, que maneja información precisa de la Santa Sede, había destacado también que pese a los llamados del Papa a la sobriedad, Scholas continuaba con “la explotación publicitaria de ese cotejo (el Partido por la Paz) y de la propia imagen de Francisco” entre empresas y marcas reconocidas de Argentina.
Un documento (ver adjunto) deja al descubierto el uso de la imagen de Francisco con fines publicitarios y de recaudación.
Se trata de un paquete publicitario que se ofrece a grandes empresas para que auspicien el Partido por la Paz, y que entre otros “beneficios” ofrece una audiencia privada con el Papa a los empresarios que desembolsen entre 50 mil y 150 mil dólares.
El paquete publicitario lo ofrece la firma “Visión Deportiva” en una presentación donde la imagen de Francisco aparece mezclada con la de futbolistas como Lionel Messi, Javier Mascherano, Neymar y otros. Allí se afirma que “por voluntad de Francisco” se realizará el Partido por la Paz el próximo 10 de julio en La Plata.
Pero acaso lo más insólito es que el paquete para publicitar el Partido por la Paz incluye una audiencia privada con Bergoglio. “Luego del encuentro deportivo, el Papa Francisco recibirá a todos los protagonistas del evento, en una Audiencia Privada en el Vaticano donde les agradecerá personalmente el haber respondido a su llamado y estar presente apoyando esta iniciativa”, dice uno de los textos.
La publicación de este insólito paquete que explota la imagen de Francisco seguramente agudizará la tensión entre el Papa y los directivos de Scholas. A la mencionada bronca por el derroche de gastos para publicitar el Partido por la Paz, en el Vaticano le suman fastidio porque detectaron gastos descontrolados de la fundación.
Incluso, Francisco hizo trascender públicamente la desconfianza con los directivos de Scholas al revelar los motivos del rechazo a una donación de 16 millones de pesos del Gobierno nacional. “Tengo miedo que comiencen a resbalar en el camino hacia la corrupción”, les escribió a los directivos José María del Corral y Enrique Palmeyro.
Claro que ahora el Papa deberá posar su mirada en estas maniobras que ocurren a su alrededor, y tal vez repensar sus «alianzas personales» habida cuenta de sus demostraciones de simpatía con funcionarios procesados por hechos de corrupción durante la última gestión de gobierno y su voto de confianza nombrando al frente de esta organización que lleva su impronta personal a personas sin antecedentes conocidos y que, al parecer, están más ocupados en ganar dinero que en resguardar la imagen del jefe de la Iglesia Católica y de la propia institución.
Demasiados parecidos con las peores épocas del papado como ejemplo de corrupción y muy pocas con el mensaje que, de la boca para afuera, parece querer instalar Francisco.
Que ahora aparece, al menos, demasiado distraído….