Pese a que Rusia utilizó su derecho a veto el gran impacto de la jornada estuvo dado por la abstención de China. El presidente asiático había presionado a Putin para comenzar diálogo de paz.
Rusia vetó el viernes un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que habría condenado la invasión de Ucrania por parte de Moscú, mientras que China se abstuvo en la votación, una medida que los países occidentales consideran un triunfo para mostrar el aislamiento internacional de Moscú.
Los Emiratos Árabes Unidos y la India también se abstuvieron en la votación del texto redactado por Estados Unidos. Los 11 miembros restantes del Consejo votaron a favor.
Ahora se espera que el proyecto de resolución sea tratado por los 193 miembros de la Asamblea General de la ONU.
Sin embargo la victoria rusa tuvo un sabor amargo. China, que en primera instancia aparecía como aliada al gobierno de Vladimir Putin, se abstuvo en la votación en un claro mensaje de no compartir la estrategia bélica de su socio político.
El gigante asiático, cuyo mandatario había hablado en la mañana del viernes con el presidente ruso para exigirle iniciar negociaciones de ces el fuego, aparece ahora como el gran actor mundial en las eventuales conversaciones de paz y se convierte en interlocutor de la realidad mundial.
Claramente, una estrategia para devaluar los resultados buscados por Vladimir Putin con su sobreactuación violenta en Ucrania: Ji Ping quiere que los «primus inter paris» en el escenario internacional, tal como venía ocurriendo desde inicios de este siglo, sigan siendo dos y no tres. Y eso deja afuera, al menos por ahora, a la «renacida» Rusia.