Golpismo puro; negarlo sería ingenuo. CGT, docentes, peronismo y no pocos empresarios ya han resuelto que Macri salga cuanto antes del poder. Las últimas horas fueron el puntapié inicial.
¿Reclamo social?, ¿gremial?…entonces…¿que tiene que ver la marcha peronista como cierre del acto?.
¿Movilización de los trabajadores?..entonces…¿porqué todas las caras del peronismo dando vueltas por las cercanías del palco?.
Los docentes de paro, los médicos de paro, los judiciales de paro. La Argentina privada de sus servicios básicos, en nombre de una mejor calidad de vida (¿¿¿???).
Señores: el peronismo está de vuelta. Como cuando le volteó el gobierno a Alfonsín, o cuándo empujó a De la Rúa al abismo. Tan convencido como siempre de que el voto popular es un simple maquillaje para disfrazar el corporativismo de democracia, sus dirigentes ya no quieren seguir viviendo lejos de la torta y,una vez más, lanzarán al país a un desastre que ellos luego vendrán a «arreglar».
Mauricio Macri no será perdonado por la historia. Se rodeó de inútiles que aprendieron a hacer política en costosos libros encuadernados en cuero repujado pero con sus páginas vacías de ideas. Y eso lo priva ahora de contar con millones de voluntades que, aún no coincidiendo con su difuso pensamiento, estaban comprometidas con la titánica tarea de evitar que volvieran los que siempre vuelven como si nada hubiese pasado.
Creyó que la Argentina era su empresa -engrandecida con negocios privados financiados con dinero público- o Boca -que es una máquina de recaudar aún en manos de inútiles como los que el presidente puso al frente- o la ciudad de Buenos Aires -el distrito más rico del país en el que hasta las villas de emergencia tienen calles, servicios e internet- sin darse cuenta que tendría que lidiar con algo mucho más complicado: un conurbano de 14 millones de personas, una economía prebendaria y mantenida por el estado (¿realmente creía que SOCMA era la única que vivía de la ineficiencia financiada por el dinero que faltaba en el bolsillo de la gente?) y una sociedad partida, desganada y agotada en la que los que trabajan no pueden más y los que se rascan la panza no quieren menos.
El fracaso de los slogans, los globos, las sonrisas y el uso impúdico de la «no justicia» como especulación política dejo a la vista de todos que lo que había llegado estaba tan de espaldas a la gente como lo que se había ido. Y dejó a millones de argentinos tan huérfanos como antes.
Y los ladrones de ayer, al observar que quien los buscaba en realidad no lo hacía, comenzaron a salir de sus madrigueras y, tímidamente primero y descaradamente ahora, expresaron claramente su decisión de sacar de la casa de gobierno a quien consideran un usurpador de algo que es propiedad privada del peronismo: la república.
Y hoy, sin ponerse colorados, dieron a conocer el «Comunicado Nro.1».
Gracias, Mauricio.