Alberto y el tardío descubrimiento del valor «vacuna»

RedacciónAlberto afirmó que “la vacuna es la puerta de salida de esta pandemia” y que “falta menos para que la crucemos”. Una afirmación para el inicio del drama y no para el momento.

 

Cuesta mucho entender al presidente. Y no solo por su pertinaz costumbre de decir a cada momento algo distinto sino, y sobre todo, por algún grado de desconexión con la realidad que es fácil descubrir en cada una de sus apariciones.

Con solo algo más del 15% de los argentinos con el calendario de vacunación completado y con cienos de miles de ellos que no tienen idea cuando recibirán la segunda dosis de sus vacunas -en medio de idas y vueltas en las que «los amigos» incumplen y cobran y «el imperio» nos regala vacunas y las envía- Alberto Fernández afirma ahora que «la vacuna es la puerta de salida de la pandemia».

Vaya hallazgo…vaya tiempo que le costó darse cuenta. Si tan solo le hubiese preguntado a los que saben, en vez de perder tano tiempo en encuentros semi ocultos al calor de Olivos y luchas intestinas en las que los equilibrios de poder fueron mucho más importantes que la salud de los argentinos, el mandatario habría comprendido mucho antes algo que el mundo ya ni debate desde hace mucho más de un año.

“La vacuna es vida, es libertad, es orgullo”, destacó el Presidente en un hilo de mensajes que publicó esta mañana en su cuenta de Twitter”. Marketing puro en la medida en que no sea capaz de demostrar en los hechos que su gobierno está en condiciones de enderezar este desorientado barco sanitario que, más allá de cualquier consideración política, nos ha colocado entre los países del mundo con menos cantidad de vacunados y mayor número de muertes por millón de habitantes.

¿En el medio?…el vacunatorio VIP en sus narices, las mentiras constantes con respecto al cronograma de inoculación, las compras fallidas, los incumplimientos escondidos cuando afectaban inasibles intereses geopolíticos, los que «se adelantaban en la cola», los encuentros sin protocolo ni barbijo con sus compañeros de ruta política, y tantas cosas que jamás olvidarán los argentinos.

Lo que al decir de Aristóteles y repetir del propio Perón, nos recuerda aquello de que «la única verdad es la realidad».

Por trágica y/o grotesca que ella sea…