Redacción – Si algo le faltaba a la dupla Sívori-Ciano para sentirse como Adán en el Día de la Madre, se confirmó con la decisión de la ex presidente de no venir al cierre de campaña. Señal clara de derrota.
El acto de cierre de campaña del Frente de Todos tendrá su epicentro en la ciudad de Mar del Plata, con la presencia del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, el gobernador provincial, Axel Kicillof, y la candidata Victoria Tolosa Paz. La previsión de LibreExpresión.net sobre la ausencia de la ex presidente para blanquear la salvaje interna en el Frente de Todos ( Ver: Las cabezas del FdT al rescate de la debacle en Mar del Plata ) terminó por confirmarse y la ex presidente no estará en el escenario.
No ya para apoyar a los candidatos locales -Sívori y Ciano ya saben que han sido elegidos como chivos expiatorios de una derrota segura y tal vez catastrófica- sino y sobre todo para marcar su enojo con el presidente y su distancia con lo que supone una elección nacional muy lejana de las expectativas que podían existir antes de la pandemia y de los escándalos constantes que desde la figura presidencial se han desparramado sobre el país.
La información fue confirmada por el Frente de Todos a través de sus redes sociales bajo el hashtag #LaVidaQueQueremos, a través del cual invita a su militancia a seguir todas las alternativas de los actos de forma virtual. Una forma elegante de adelantarse a lo que todos perciben como un desplante y una «arreglate como puedas» que si bien va dirigido a Alberto Fernández afecta en forma directa a los postulantes de la fuerza en la ciudad y en la sección: las encuestas hablan hoy de unos 15 puntos de diferencia, en lo que sería una de las derrotas más importantes del peronismo en la Quinta Sección electoral.
Tal es la sensación de derrota que el kirchnerismo tiene en Mar del Plata que, por primera vez en la campaña, se resolvió aplicar estrictos protocolos sanitarios –ausentes en los actos anteriores– para maquillar la falta de entusiasmo militante del sector. Pero todos tienen en claro que la suerte está echada y que ahora solo se trata de un «sálvese quien pueda» que aleje el mayor temor que tienen los locales -librados a su suerte por una conducción provincial y nacional que los mira como sapo de otro pozo- y que es el de futuras negociaciones con sectores «afines» para complicar la administración de Guillermo Montenegro y ofrecer a la sociedad marplatense una opción encubierta que la lleve al deseado objetivo de gobernar, por fin, la ciudad. Alguna vez, cuando tomaron nota de que la opción de la transversalidad no era viable en una Mar del Plata profundamente antiperonista, saltar a «la otra orilla» supo salir bien…
Pero eso será una construcción hacia el futuro…por ahora el escenario marca un acto de cierre que se ha pensado más para dejar en claro las diferencias que las coincidencias.
Casi como para poder decir al día siguiente…«yo no fui».