Por Adrián Freijo – Todos estamos de acuerdo con que una cuarentena total va a ayudar a salir de esta crisis. Pero…¿qué hacemos con millones de argentinos que salen cada día a ganarse el pan?.
El presidente, que vive en Puerto Madero y solo necesita apretar un botón para que depositen en su escritorio lo que se le antoje, resuelve por estas horas decretar la cuarentena total que obligue a los argentinos a quedarse en su casa, sin salir para otra cosa que no sea llegar hasta el almacén o el mercado de su barrio y esperar que todo pase, tratando de vivir lo mejor posible.
Y sus asesores -científicos y mediáticos- lo impulsan a tomar cuanto antes la decisión. Todos saben que la única forma de frenar la curva de contagio está en conseguir que el contacto social se reduzca a la mínima expresión.
Los primeros lo hacen desde la responsabilidad del conocimiento…los segundos -la mayoría de los cuales también viven en Puerto Madero- desde esa concepción épica que da el sentir que se puede tomar cada decisión como si el conjunto compartiese con nosotros el bienestar, la holgura y el ingreso asegurado.
En el entusiasmo de los despachos gubernamentales se propone seguir «el modelo coreano» (del sur), olvidando que en aquel país de Asia el ingreso per cápita es de USD 29.742,84, y que no existe el trabajo en negro, ni la informalidad ni nada que se le parezca. No porque muchas actividades que hoy son comunes en nuestra Argentina decadente no tengan su versión allí, sino porque todos los trabajadores están registrados, pagan tasas e impuestos y tienen la cobertura social que en el SXXI se supone que deberían dar todos los estados.
¿Cuál es el ingreso per cápita en nuestro país?…USD 12.300…apenas el 35%.
¿Cuánto utiliza de su salario el ciudadano medio de Corea del Sur para alimentarse?…23%.
¿Cuánto un argentino medio? (tomado la población de menores recursos y la clase media-media, que componen el 82% de la pirámide social)…. 72%.
Estos datos, realmente impactantes, no lo serían tanto sin el complementario que nos hace saber que el 67% de argentinos (39% que trabajan en negro y 28% que viven de changas y cuentapropismo) salen día a día a ganarse el sustento diario que, créase o no, se limita a llevar a la mesa familiar el mínimo alimento.
Donald Trump está decidido a enviar pagos directos a los trabajadores estadounidenses dentro de las próximas dos semanas. “Los estadounidenses necesitan efectivo ahora, y el presidente quiere dar efectivo ahora. Y quiero decir ahora, en las próximas dos semanas «, afirmó en conferencia de prensa en la Casa Blanca el presidente.
La administración no ha decidido cuánto enviar, pero quiere que los cheques superen los mil dólares mensuales.
Allí el ingreso per cápita es de USD 59.531,66, así que esa asistencia alcanzará al 20% del ingreso promedio durante los meses de vigencia.
Acá, la ayuda promedio que se ha anunciado es de $ 3.000, equivale a a USD 38… es decir un 3% del ingreso promedio anual. Huelgan las palabras…
¿Cómo va el gobierno asistir a tantos argentinos que hoy no son mensurables desde las bases de datos y que en muchos casos ni siquiera están bancarizados?. Si la cuarentena dura unos pocos días -se habla de un período que abarcaría desde el 20 y hasta el 30 de marzo inclusive- la cuestión puede ser complicada, pero no dramática. Pero si la emergencia se estira, con las lógicas consecuencias que ello tendría sobre la economía, seguramente tomaremos nota del suicidio colectivo que fue convivir con la informalidad laboral durante tantos años y sin hacer nada para resolverlo.
Y si estamos dispuestos a copiar el modelo de lucha contra el coronavirus de países como Corea del Sur o los Estados Unidos -ricos, formalizados, organizados y con economías pujantes y pueblos acostumbrados a respetar las normas de convivencia del conjunto- sería bueno que cuando todo pase también lo hiciésemos con su irrenunciable vocación de asumir una economía capitalista ordenada y apegada a la ley.
Hoy estamos tan lejos que ni siquiera podemos garantizar que la ayuda necesaria llegue al bolsillo de la mitad de los argentinos. Esos que no existen formalmente y nadie en el estado tiene registrados.
Los que pasan la vida esperando un mañana que nunca llega….