Parte del fracaso argentino se explica en la costumbre de nuestra dirigencia de arrasar con todo lo que hizo quien detentó antes el poder. Claro que cuando de salud se trata, el tema es más grave.
No fueron pocos quienes ayer se sorprendieron al no observar, en la costa, el operativo de tránsito que todos los domingos por la mañana cortaba el tránsito en el carril sur-norte del Boulevard Marítimo, hasta la avenida Constitución, en el marco del programa “Corredor Saludable”. Tampoco se realizan, desde hace un tiempo, las actividades de las “esquinas saludables” en las que un equipo de la Secretaría de Salud recorría, varias veces por semana, distintos puntos de la ciudad, realizando controles de salud y aportando a los habitantes información sobre hábitos saludables y prevención de enfermedades.
Varias fuentes confirmaron ayer que si bien algunas actividades continúan, el corredor saludable fue reducido notoriamente con algunas actividades de gimnasia en la Plaza España y permaneciendo solo una de las dos carpas de controles de salud.
Desde 2010, en el marco del programa Corredor Saludable, que fue aprobado por ordenanza, no solo se realizaban actividades físicas, deportivas y controles de salud en la Plaza España y en la Rotonda de Constitución, sino que, los marplatenses y visitantes contaban con ese espacio de poco más de dos kilómetros y medio, liberados del tránsito, para correr, caminar, llevar a sus hijos a andar en bicicleta o disfrutar de los patines, rollers y patinetas.
Hoy hubo actividad, entre las 9 y las 11, en la Plaza España que, además incluyó otra de las jornadas que, en el marco del “Mes de la Mujer” está llevando a cabo la Secretaría de Desarrollo Social y que, además de las clases de gimnasia y baile incluyen prevención de la violencia de género.
Lo cierto es que el corredor ya no es lo que era. “Las actividades del Corredor Saludable fueron reducidas a su mínima expresión” confirmó el doctor Alejandro Ferro, actual concejal de Acción Marplatense y ex secretario de Salud de la Comuna y aseguró que eso es “grave, pero más me preocupa que se suspendió el programa de Esquinas Saludables, que tanto éxito tuvo y que era una herramienta de control y prevención para muchos vecinos de la ciudad”.
Una verdadera pena y varias preguntas que ya se convierten en reiterativas cuando de la gestión Arroyo se trata: ¿hay algún plan de gobierno?, ¿cuáles son las prioridades? y, en todo caso, ¿cuáles son las alternativas, fuera de la crítica, a las políticas de la gestión anterior?.
Por el momento parece que arrasar con todo es la única respuesta.
