La Oficina Anticorrupción resolvió retirarse de todas las causas contra funcionarios kirchneristas en las que era querellante. La pregunta es: ¿para qué le pagamos?.
Falta de personal. Con ese simple argumento, el titular de la Oficina Anticorrupción, Félix Crous, justificó un anuncio que venía madurando desde su llegada al organismo: la OA dejará de ser querellante en todas las causas penales. Eso incluye todos los expedientes de corrupción de la gestión kirchnerista. Pero no será inmediato en todos los casos. En los expedientes que ya están en juicio, la OA se mantendrá hasta que termine la recepción de la prueba o haya sentencia, dice una resolución a la que tuvo acceso Infobae.
“Habrá de disponerse el desistimiento del rol de querellante en los procesos penales en los que se interviene en tal carácter. Para contribuir al orden de la litis, en aquellos que transitan la etapa de audiencia oral de juicio, se dará cumplimiento a lo aquí dispuesto cuando culmine la recepción de la prueba propuesta por la representación de esta Oficina. En aquellos en que, concluida la audiencia oral, se ha concretado la pretensión punitiva, cuando el Tribunal de juicio dicte sentencia”, explica esa disposición.
En el caso de la “ruta del dinero K”, donde ya se concretaron los alegatos de las querellas, la OA se mantendría hasta la sentencia. Distinto es el caso del juicio de Vialidad, donde restan decenas de testigos.
De esta manera desaparece de los procesos un organismo estatal que solía aportar datos y pruebas de valor y aportaba el resultado de investigaciones que en muchos casos eran incoadas con anterioridad a las mismas denuncias penales. Y se pierde el valor de un organismo que, a partir de ahora, será solo un caro testigo de los hechos sin proyección alguna sobre sus investigaciones.
Dicho en criollo…un lugar de conchabo de amigos sin utilidad alguna para la república y sus ciudadanos.