Una insólita carta «autorizando» el allanamiento ordenado por el juez Bonadío pone en evidencia que la ex presidente no sabe, o no quiere saber, como funciona la justicia en el país que gobernó.
El Senado trata este miércoles la autorización pedida por el juez Claudio Bonadio para allanar tres domicilios de la ex presidenta Cristina Kirchner, quien manifestó que no tiene «ningún inconveniente» en que se permita esa medida pero puso una serie condiciones sobre las cuales no hay acuerdo entre Cambiemos y el peronismo.
La Cámara alta sesionará a partir de las 14:00 y, a diferencia de lo ocurrido la semana pasada, esta vez habrá quórum para tratar el pedido de allanamiento, según indicaron fuentes de distintos bloques a NA, pero el resultado de la votación quedó abierto debido a las condiciones que puso la ex mandataria.
Mediante una carta dada a conocer poco antes de la reunión de Labor Parlamentaria de este martes para organizar la sesión, la senadora del Frente para la Victoria (FpV) manifestó que no tiene «ningún inconveniente en que el cuerpo autorice lo solicitado por Bonadio».
Una rara mezcla en la que autoriza a dos poderes de la nación -el Judicial y el Legislativo- a hacer algo que en realidad les corresponde por lo normado en la Constitución Nacional.
Un furcio legal que en definitiva pone en evidencia la filosofía que imperó en el país durante doce largos años: la presidencia ordenando lo que votaba el Congreso y lo que fallaba la justicia.