La mandataria aceptaría la invitación del presidente Horacio Cartes, de asistir a la misa central que dará el pontífice el domingo 12 de julio en la capital paraguaya, asegura el diario ABC.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aceptaría la invitación del presidente paraguayo, Horacio Cartes , de asistir a la misa central que dará el papa Francisco el domingo 12 de julio, asegura el diario ABC, de Paraguay.
Al evento están invitados también los presidentes de Uruguay y de Brasil, Tabaré Vázquez y Dilma Rousseff . Se espera que casi casi un millón de personas cruzará por la frontera con Argentina para ver a Bergoglio en Paraguay, por lo que allí también, como en Ecuador y Bolivia , los preparativos corren a toda velocidad.
Desde que Francisco se consagró como el sucesor de Pedro, en marzo de 2013, los encuentros con la Presidenta Kirchner se volvieron moneda corriente. Antes de eso, fueron innumerables los gestos de descortesía que tuvieron los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner hacia la figura de Jorge Bergoglio.
La primera reunión se concretó días después de la elección de Jorge Bergoglio -el 13 de marzo del 2013- como máxima autoridad de la Iglesia Católica; la segunda oportunidad -aunque fue un saludo informal al que asistió acompañada por diputados y dirigentes de La Cámpora- tuvo lugar el 28 de julio de 2013 en Río de Janeiro, Brasil; la tercera, el 17 de marzo de 2014 con un cariz privado en el Vaticano, donde almorzaron y conversaron durante cuatro horas; en tanto el cuarto encuentro se produjo el 19 de septiembre del año pasado en la residencia Santa Marta.
Mientras, el pasado 23 de mayo el Papa le envió una carta a la Presidenta para saludar al país con motivo de los festejos por la Semana de Mayo.
El último encuentro entre la presidenta argentina y el Papa se produjo el 7 de junio pasado en el Vaticano. La doctora Kirchner fue recibida por el Sumo Pontífice en el salón de audiencias de la sala Paulo VI de la Santa Sede. Vestida de negro, como marca el protocolo, la mandataria llegó puntual a la reunión, minutos antes de las 17. La gran pregunta ahora es: ¿volverán a cruzarse?