La vicepresidenta Cristina Fernández advirtió hoy sobre el «doble estándar» de las grandes potencias en materia de derecho internacional. Difícil discutir la verdad del diagnóstico de la vicepresidente.
La vicepresidenta Cristina Fernández advirtió hoy sobre el «doble estándar» de las grandes potencias en materia de derecho internacional, al referirse a la crisis desatada en Ucrania a partir de la decisión de Rusia de apoyar a dos provincias separatistas de ese país.
La vicepresidenta aludió al tema a través de una serie de tuits que publicó «a 40 años» de la Guerra de Malvinas y a «8 años» del «conflicto entre Ucrania y Rusia por la península de Crimea».
«En el año 2014, siendo presidenta de la Nación y Héctor Timerman nuestro canciller, Argentina formaba parte, en carácter de miembro temporario, del Consejo de Seguridad de la ONU. En ese año, el día 15 de marzo, se trató en dicho organismo una resolución presentada por Estados Unidos que exhortaba a la comunidad internacional a no reconocer el resultado del referéndum por la independencia de Crimea, previsto para el domingo 16 de marzo de ese mismo año», recordó Fernández de Kirchner.
La expresidenta consignó que «ese día, 13 de los 15 países miembros del Consejo de Seguridad, entre ellos Argentina, votaron a favor del texto presentado por Estados Unidos que defendía la ‘soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial’ de Ucrania».
«O sea -expresó-: Argentina apoyó a Ucrania basada en el principio de integridad territorial, pilar del derecho internacional. Rusia, uno de los cinco miembros permanentes con derecho a veto, ejerció dicho privilegio y se pronunció en contra. China se abstuvo».
Para la vicepresidenta, «en este episodio radican los dos principales problemas que afectan la seguridad y la paz globales», al referirse, primero, al «doble estándar de las grandes potencias en materia de derecho internacional a la hora de tomar decisiones», lo que la llevó a citar la situación de las Islas Malvinas y el apoyo de Estados Unidos y el Reino Unido al referéndum de 2013 en el que los habitantes del archipiélago votaron a favor de permanecer bajo el control político de Londres.
En segundo término, la vicepresidenta hizo referencia al «anacronismo» del Consejo de Seguridad de la ONU que «sigue, desde la Segunda Guerra Mundial, sin modificar el statu quo de los países vencedores que se acordaron a sí mismos sillas permanentes con derecho a veto y al resto de los países, sillas temporarias y voto testimonial».
«¿Alguien piensa que con estos privilegios y aplicando o no el derecho internacional según les convenga a los países poderosos del mundo, estamos cuidando la seguridad global y la paz mundial?», preguntó la exmandataria.
Y concluyó: «El respeto al derecho internacional junto a la verdad y la coherencia entre las ideas y las acciones no parecen ser atributos de las potencias globales. Hoy 27 de febrero del 2022, sigo pensando lo mismo».