Por Adrián Freijo – La ampliación sorpresiva de beneficios fiscales al sector hotelero local pone en el tapete la falta de seriedad de quienes deben legislar sobre el dinero de los contribuyentes.
Los bloques del Frente de Todos, que durante la peor parte de la crisis trabó cualquier intento de ayuda a la hotelería y la gastronomía, y los de Acción Marplatense y Crear introdujeron modificaciones al paquete de ayuda fiscal enviado por el Ejecutivo municipal para el sector hotelero.
La intención es a todas luces utilizar este período de campaña para obligar al gobierno municipal a aceptar medidas que representarán un fuerte impacto fiscal que no pudo ser evaluado con la anterioridad y seriedad necesarias ya que las modificaciones aparecieron sorpresivamente en medio de la reunión de la Comisión de Hacienda.
La buena práctica parlamentaria –por no citar la responsabilidad que debe primar en los actos políticos cuando de administrar fondos públicos se trata– indica que estas modificaciones debieron ser tratadas en negociaciones previas a su llegada a comisiones, en búsqueda de consensos y con los estudios necesarios para conocer si las arcas municipales están o no en condiciones de ampliar una ayuda que todos reconocen necesaria pero que de ninguna manera puede exceder las reales posibilidades del tesoro comunal.
Nada de esto ocurrió porque la intención de la oposición, en medio de una campaña que por estos y muchos otros motivos encuentra en la sociedad desinterés y apatía, es poner al gobierno de Guillermo Montenegro entre la espada y la pared, sacar un rédito fácil con la aprobación de exenciones fiscales sin estudio ni cálculo alguno poniendo en clave electoral algo tan delicado como es disponer de una recaudación que debe ser destinada al servicio de toda la comunidad.
¿Si la ampliación del beneficio era posible, porqué no se planteó antes?, ¿qué necesidad había, que no fuese la de una especulación de campaña, para introducir las modificaciones de la forma en que se lo hizo?. ¿El Frente de Todos hubiese actuado de la misma forma en la legislatura provincial?, ¿Crear lo hubiese hecho si el oficialismo hubiese aceptado las pretensiones electorales de sus dirigentes en cuanto a los lugares en el armado de listas?. Todas las respuestas son de una obviedad abrumadora…
Tal vez la propia titular de la comisión Virginia Sívori, precandidata a primer concejal por el kirchnerismo, fue la que sin quererlo dejó en claro la esencia de la jugada. «Debe haber respuestas por parte del gobierno municipal en la misma sintonía que lo vienen haciendo el Gobierno nacional y el provincial” sostuvo tras la reunión. ¿La «sintonía» citada responde a decisiones de ambas jurisdicciones de esta misma mañana?, porque de no ser así no se encuentra motivo para que la similitud propuesta no se haya planteado antes de la llegada de los expedientes para su tratamiento…
Bienvenida toda ayuda a un sector gravemente golpeado por la crisis que generó la pandemia. Ningún marplatense puede oponerse a todo salvataje posible a un sector fundamental de la economía lugareña; pero cuidado con la demagogia y la irresponsabilidad que parece guiar los actos de nuestra desvaída clase política local.
Esta no es la forma de legislar y mucho menos de gobernar.