De Christian Martin a Montenegro: el rugby acorta distancias

El periodista argentino, que hoy vive en Londres y se ha destacado en la cobertura de esta crisis, se acordó del intendente Guillermo Montenegro, de Mar del Plata y de los tiempos en los que compartían la pasión por el rugby.

Christian Martin es seguramente una de las figuras periodísticas que más se han destacado en este tiempo de pandemia que afecta a la humanidad. Sus coberturas desde Londres, ciudad en la que reside desde hace años, destacan sobre el resto y siempre aparecen sostenidas en el conocimiento, la sobriedad y la información confirmada.

Quien fue elegido ganador del denominado «Mundial de periodistas» en twitter, tuvo una larga trayectoria rugbística que comenzó desde chico en el Club Atlético San Isidro e incluyó experiencias en Francia (Brive), Inglaterra (Saracens) y Gales (Pontypridd).

Guillermo Montenegro es hoy intendente de Mar del Plata. Desde chico practicó el rugby y por entonces jugaba en el Club Mar del Plata. Después fue integrante de la primera división de Liceo Naval y luego ejerció como entrenador del club.

Más de una vez «El Gordo», como llaman sus amigos al marplatense y «Asko» el sobrenombre de Martin, se enfrentaron en una cancha. Pocas ocasiones pero suficientes para generar empatía, respeto y buenos recuerdos, algo incorporado a la esencia de un deporte que desde el fondo de su historia ha sido resumen de la caballerosidad y el respeto a las reglas. Aunque los tiempos modernos se empecinen en mostrar una cara que tiene que ver con la sociedad y sus desvíos y no con el rugby…

Christian Martin ha sido por años habitué de nuestra ciudad y se define como un enamorado de Mar del Plata. En diálogo con Florencia Cordero en su programa «Un Lugar en el Mundo» que se emite por Radio Brisas el periodista dejó su recuerdo sobre Montenegro, aquellos tiempos de competencia deportiva y sus vivencias en estas tierras.

 

«El ´Asko´ Martin era un gran tipo y mejor jugador», dijo Montenegro al escuchar las palabras de quien fuera su rival dentro de la cancha. «Yo lo escucho mucho y además es muy buena gente. Tengo muy buen recuerdo de él -que por entonces jugaba en CASI- y del grupo de amigos míos que eran compañeros suyos en ese club», agregó el intendente de Mar del Plata.

Dos caminos distintos, dos vocaciones diferentes y un punto en sus vidas que los une en el recuerdo de buenos tiempos: el rugby. Y Mar del Plata… por supuesto.