La tandilense Alejandra Díaz dejó todo en Argentina y sacó un pasaje de ida para conocer distintas culturas. Ya sentía atracción por la India, pero nunca se imaginó que iba a protagonizar una boda de película.
Desde la tranquilidad de la ciudad serrana de Tandil, había viajado en 2018 a Australia para quedarse por seis meses en Melbourne para hacer un posdoctorado como veterinaria. En esa ocasión quedó sorprendida por la afinidad que tuvo con sus nuevos amigos provenientes de la India que conoció en Oceanía. A su vuelta a la Argentina empezó con la planificación de un viaje al exterior a diferentes destinos, pero con la firme determinación de conocer la India y a sus habitantes.
En marzo de 2019, Alejandra vendió sus cosas, renunció a sus trabajos como docente e investigadora en la Universidad, dejó su casa y se embarcó en la aventura de explorar el mundo con pasaje de ida sin ninguna intención de establecer una fecha de regreso. El recorrido empezó obviamente en la India con la idea de entremezclarse con los locales, viajar en transporte público y conocer lugares sin agencias de viajes. Así fue que ese vínculo intangible que nació naturalmente se fortaleció aún más.
«La gente es muy amorosa. No podés creer que te traten tan bien. Te abren el corazón, las puertas de su casa, de la familia. Me sentí sumamente bien tratada por gente que no conocía. Es un país súper heterogéneo. Nunca te aburrís. Siempre hay algo nuevo. Me fascinó desde que llegué. Sigo fascinada y me encanta estar acá. India me atrapó y no pude conocer tantos lugares», reconoció Alejandra Díaz en Radio Brisas.
En ese sentido, la decidida veterinaria tandilense aseguró que cuando dejó Argentina su objetivo era recorrer India y alrededores pero sólo llegó a viajar a Sri Lanka, trabajó dos meses en España e hizo una pequeña escapada a Marruecos. «Volví a India, que es enorme, y la recorrí de norte a sur. Tuve la suerte de poder hacerlo y que me fuera bien», contó entusiasmada.
Recién casada con un indio que conoció en enero a través de una aplicación de viajes, Alejandra deja en claro que su fascinación con la India se dio antes de conocer a su flamante marido. «No me enganché con India porque conocí a alguien. Fue muy sincronico. Empezamos a hablar por una aplicación de viajeros en un momento en el que tenía por delante 48 horas de viaje en tren. Tuvimos una conexión mágica y quedamos en conocernos. Una semana después nos encontramos y nos enamoramos. Ahí nació todo», resumió.
Los viajes de Alejandra continuaron por varios días más, pero antes de que estalle el coronavirus la pareja volvió a reunirse en Gurgaon, a 30 kilómetros de Delhi, hasta que surgió la propuesta de casamiento y la decisión de dar ese gran paso. «De entrada me había planteado una relación formal. Al principio tenía mis dudas porque amo viajar y me hacía muy feliz la vida que estaba llevando, pero él me dijo que su intención no era cambiarme en ese aspecto. Eso ayudó bastante», dijo convencida.
En diálogo con la periodista Florencia Cordero en el programa Un Lugar en el Mundo de Radio Brisas, Alejandra Díaz narró en detalle la particular ceremonia que disfrutó con la familia del novio en formato reducido por la pandemia, describió interesantes particularidades de la India y alentó a todas las personas a que se animen a viajar al afirmar que «los viajes son transformadores, uno nunca vuelve a ser el mismo después de un viaje».
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