La vicejefa del bloque Frente de Todos Anabel Fernández Sagasti, la más cercana a Cristina Kirchner, confirmó que su bancada se dividirá cuando llegue el momento de tratar el acuerdo con el FMI.
Durante su visita a la fiesta de la vendimia, la senadora y habitual vocera de las decisiones que la ex presidente toma desde su bunker en el Instituto Patria, confirmó que no hay chances de mantener la unidad de la bancada en este tema. «No será una voto unificado; en mi caso aún lo estoy pensando. Voy a votar como peronista y mendocina», abrió la incógnita, en diálogo con la prensa local.
Y admitió su preocupación por una ruptura de bloque. «Debemos mantener la unidad para seguir gobernando», sugirió. Por ahora Cristina Kirchner no se expresó y en cada pregunta que le hicieron los senadores tuvo la misma respuesta: «Haré lo mejor para el país». Después de leer el texto que ingresó a Diputados podrá definir bien qué sería eso.
Las palabras de Fernández Sagasti parecen cerrar la expectativa y ahora solo queda saber si esta división en el voto no es preámbulo de una mayor.
Edgardo Kueider, cercano al gobernador Gustavo Bordet ,ya habla de crear un sub bloque que actúe asociado al del Frente de Todos, que está presidido por el formoseño José Mayans y tiene como líder a la vicepresidenta.
También el jujeño Guillermo Snopek, que sondea hacer un monobloque, busca tomar distancia molesto con la buena relación del presidente con el gobernador de Jujuy Gerardo Morales que ha pedido a su coalición acompañar al gobierno con el voto al acuerdo.
Todo parece indicar que más allá de un voto distinto lo que se viene en el oficialismo es una realidad interna diferente en el que la división va a afectar notablemente la y de por sí limitada acción del gobierno de Alberto Fernández.