De «La Máquina» a «Los Leones» la costumbre de los apodos

Por José Luis Ponsico (*)Los equipos y deportistas que han dejado su huella en la historia son recordados por apodos que los hacen inolvidables para el público en general.

En septiembre del´41 River goleó a Independiente en Avellaneda. Al equipo «base» campeón, tres años antes. El 4 a 1, con gran actuación de Adolfo Pedernera, produjo un impacto. Una leyenda cuenta que la Redacción de «El Gráfico» varios se asombraron.

Inolvidable: La Máquina de Ríver

Inolvidable: La Máquina de Ríver

«¿ Cuatro a uno a Independiente en Avellaneda con De la Mata, Erico y Sastre ?», habría indagado Félix Daniel Frascara a su compañero el ilustre colega Ricardo Lorenzo, «Borocotó». La respuesta: «River jugó como una Máquina». Y ése fue el título. Quedó para siempre. Se dice.

En marzo del´57, Sudamericano de Lima, Argentina tuvo la serie inolvidable de

Los Carasucias de Lima 1957

Los Carasucias de Lima 1957

goleadas con Corbatta, Maschio, Angelillo y Sívori, todos con 20 ó 21 años. El 8-2 a Colombia; 3-0 a Ecuador; 6-2 a Chile; 4-0 a Uruguay y 3-0 a Brasil puso a Frascará, de nuevo, en la inmortalidad: «Los Carasucias de Lima», escribió.

De 1957 a 1961 Racing con un solo cambio tuvo una delantera que convirtió más de 250 goles. De Oreste Corbatta, Juan José Pizzuti, Pedro Waldemar Manfredini, Rubén Sosa y Raúl Belén, en el´60 Pedro Mansilla por Manfredini.

El Marqués Rubén Sosa, un exquisito

El Marqués Rubén Sosa, un exquisito

Con la «magia» de Corbatta por la punta derecha crecía «la exquisitez» del juego de Rubén Sosa, notable cabeceador, ex Platense. La revista partidaria «Racing» dirigida por Bernardo Neustadt bautizó al «10» como «el Marqués Sosa». Corría 1959.

Unos años más tarde entre Horacio García Blanco y Ernesto Chequis Bialo se instaló el apodo de otro «mago» pero en el boxeo: el mendocino Nicolino Locche. Entre los periodistas, en 1968, empezaron a llamarlo «El intocable».

Genio inigualable: el Intocable Nicolino Locche

Genio inigualable: el Intocable Nicolino Locche

Antes, en el Mundial de Inglaterra, julio del´66, tras gran quite de Roberto Perfumo -partidazo Argentina 2 España 1 al cerebro español, Luis Suárez, el 10 de Barcelona, luego del Inter- salida del central con el pecho inflado, José María Muñoz lo inmortalizó como «el Mariscal».

Lo bueno de la jugada de Roberto -cuyo deceso repentino ocurrió el último 9 de marzo- es que hubo una cesión a Ermindo Onega, el organizador, un «10» de gran clase, pase del «Ronco» Onega a Luis Artime en una  jugada «clásica» en River del´64 y Argentina alcanzó el 2 a 1 faltando poco.

En Rosario, tiempos de «potrero» y chicos de barrio, dieron también apodos inolvidables: «el Indio» a Jorge Raúl Solari, de Newell´s, 1961 («Mí cara ayudaba», comentó alguna vez el «8» de Vélez, River y Estudiantes) y «Tata» a Gerardo Martino

En tiempos de Diego "Rey" nadie dudó: Enzo era el Príncipe

En tiempos de Diego «Rey» nadie dudó: Enzo era el Príncipe

«El asunto era quién se llevaba la pelota», explicó el frustrado DT. de la selección y «5» inolvidable de Ñuls.

La vuelta de Enzo Francescoli a River, 1994, jugador lleno de habilidad y talento para hacer fácil lo difícil -eludir obstáculos, resolver con alardes de atacante muy técnico- hizo que Víctor Hugo Morales lo bautizara «El Príncipe».

Venía de uruguayo a uruguayo y era un ciclo exitoso de River en tiempos de Ramón Díaz como DT y con cinco títulos logrados. El «5» Leonardo Astrada, afirmado, pasó a ser «el Jefe» para el relator nacido en Cardona y radicado en la Argentina en 1981.

La Generación Dorada: llegó para quedarse en la historia

La Generación Dorada: llegó para quedarse en la historia

En Atenas´04 Miguel Simón, periodista de ESPN – un «todoterreno»  si se trata de analizar básquetbol, tenis, vóley y también fútbol- cuando Argentina en el baloncesto impactó con un triunfo sobre  Estados Unidos y luego frente a Italia en la final olímpica el tuvo su impronta y alabó a «La Generación Dorada» sonando por primera vez esa designación que quedará en la historia para siempre.

Los basquetbolistas nuestros llevaban cuatro años juntos. En total, completaron quince años de suceso. Como equipo los mejores de la historia del baloncesto.

Sydney 2000 las mismas chicas del Hockey se autotitularon «Leonas» por sus triunfos y el ciclo que condujo la extraordinaria Luciana Aymar, ocho años número uno en el juego del palo y la pelotita.

Ahora, también tenemos «Los Leones» y habrá mucho más en el futuro si se trata de apodos y leyendas.

(*) Columnista de la Agencia Télam, AgePeBa. La Señal Medios y Libre Expresión