Redacción – Tras una ceremonia privada llevada a cabo en la madrugada, las puertas de la Rosada se abrieron para que un pueblo agradecido rinda homenaje a su ídolo máximo.
Pasarán décadas y los argentinos seguirán hablando de estas jornadas de dolor en las que despidió a su máximo ídolo deportivo. Y seguramente irán cediendo en su presencia los enfrentamientos, las peleas y las mezquindades que ni siquiera pudieron tomar distancia en esta hora aciaga, para dejar el centro definitivo de la escena al recuerdo de sus hazañas deportivas, su conciencia de ser parte de un pueblo traspasado por las necesidades y las miles de anécdotas que arrancarán sonrisas a varias generaciones.
Dueño ostentoso de todas las contradicciones del argentino medio, Diego recibe así el postrer homenaje de un pueblo al que siempre quiso pertenecer, del que jamás renegó y sin poder siquiera en esta hora sacudirse de los odios y amores que jalonaron su vida.
Por la madrugada, sus viejos camaradas de la Selección Argentina campeona del mundo de 1976 y aquellos allegados que fueron autorizados por el entorno familiar a ingresar al recinto, tuvieron la oportunidad de despedirse del astro. Una vez comenzada la ceremonia volvieron a aparecer las peleas, los enfrentamientos internos y todo lo que anuncia una etapa de alta tensión para lo que viene.
Así su última pareja Rocío Oliva no fue autorizada a ingresar y su abogado y hombre de confianza Matías Morla no solo debió despedirse a través de las redes sociales sino que disparó una seria duda acerca del final de su amigo: “Es inexplicable que durante doce horas mi amigo no haya tenido atención ni control por parte del personal de salud abocado a esos fines” denunció.
Además, definió como una “criminal idiotez” el hecho de que la ambulancia tardara media hora en llegar a la casa donde se había ido a vivir Maradona para comenzar con su rehabilitación.
“Este hecho no debe ser pasado por alto y voy a pedir que se investigue hasta el final de las consecuencias”, dijo y citó a quien fuera su amigo: “Como decía Diego, ‘vos sos mi soldado, actuá sin piedad’″, una frase que puede explicar muchas de las últimas actitudes del «10».
El velatorio de Diego, que falleció a los 60 años, comenzó a las 6:00 en Casa Rosada, donde una multitud espera poder despedirlo. Una cola que llega hasta la misma Avda. 9 de Julio da cuenta de la cantidad de argentinos que no quieren dejar de pasar, aún raudamente, frente al féretro cerrado que contiene los restos del más grande futbolista de la historia argentina.
Por decisión de la familia y se extenderán por 10 horas, hasta las 16.00 hs de hoy.
El ingreso se está desarrollando por Avenida de Mayo y 9 de Julio, entrando a la Casa Rosada por Balcarce 50.
Los familiares e invitados de la familia Maradona pueden hacer su ingreso por la entrada de explanada de avenida Alem, esquina Rivadavia, donde pasó muy temprano Guillermo Coppola, su emblemático ex representante y custodio del legado de algunos de los momentos más fuertes de la vida de Maradona, entre otros.
