(Redacción) – Demasiados parientes del intendente designados y lo que es peor salpicados por situaciones poco claras. ¿Se abusan de su posición y lo engañan o el jefe comunal sabe y acepta?.
Primero fue un ladero y jefe de campaña el que se dedicó a licitaciones flojitas de papeles que beneficiaban a gente demasiado cercana. Su eyección, en medio de un escándalo nacional, pareció traer calma en lo que ya apuntaba como un escándalo.
Después el ya «célebre» yerno, un personaje hasta ayer secundario que hoy recorre el espinel de la ciudad ofreciendo negocios, excepciones y favores a punto tal que su torpeza ya es comentada con estupor y furia en los más importantes despachos de la ciudad de las diagonales.
Ahora un nuevo «escándalo familiar» que involucra a más personas del círculo íntimo de Carlos Arroyo. En su recibo de sueldo de $22.000, la nuera de la subsecretaria de Educación -pareja del intendente –, figura como docente del Instituto de Formación Almafuerte un instituto en el que nadie la conoce y cuyos cargos están reservados para quienes realizan concursos.
Demasiados escándalos como para abonar la teoría del «viejito lelo» al que todos sus familiares y allegados lo engañan.
¿Qué pasa Arroyo?, ¿al plan «secreto» de gobierno se le une una moral también trucha?.
Mar del Plata quiere respuestas, no caras de enojo. Sus familiares y allegados están viviendo a costillas de la sociedad, y ello no está bien ni acá…ni en Normandía.
