La mejor jugadora de básquet de la historia nació en Estados Unidos, pero su madre rosarina y su padre italiano se conocieron en Argentina. El tiempo vivido en Santa Fe durante su adolescencia marcó su idiosincracia para siempre.
Después del partido entre Argentina y Estados Unidos que se disputó en el Dow Center de Bahía Blanca en el marco del Pre Clasificatorio Olímpico Femenino de básquet, Diana Taurasi se mostró emocionada y feliz por haber podido volver a pisar suelo argentino como jugadora. En ese sentido, expresó: “Estos son momentos distintos para mí, desde chiquita escuché el himno argentino. Para mí este es un momento especial, es como estar en casa; tenía familia en Rosario y en Los Ángeles mirando el partido. Teniendo mi carrera hecha, jugar por última vez en Argentina con Estados Unidos para mí es un momento bien lindo”.
“Recién hablábamos con mis compañeras, imagínate jugar con este marco todos los días. Te da ánimo, por eso las chicas de Argentina jugaron fuerte hasta lo último. Y están cerca, cuando el público y el país te da ánimo así jugás a otro nivel”, dijo Diana sobre Las Gigantes. Y se animó a hablar de las posibilidades de desarrollo del seleccionado nacional: “Es un poco de todo, empieza desde que sos juvenil, ahí es cuando se enseñan los fundamentos que necesitás para este nivel y de a poquito lo están logrando. Tienen que seguir jugando a este nivel y tener la confianza de que puede competir contra cualquiera”.
A pesar de que solo vivió un año en Argentina, Taurasi siente que esos recuerdos siempre están presentes. “Todos los momentos. La carnicería, la verdulería, me acuerdo de mi viejo que me daba unos pesos y me decía ‘andá a comprar las facturas para el domingo’. Son todas cosas que recuerdo que viví en el 95 con mi hermana, que no nos queríamos volver a Estados Unidos”, rememoró.