El preparador físico y asistente de la selección de Beach Voley de Qatar apuntó a la dirigencia argentina por falta de planificación: «Desde el 2001 a la fecha no hay un circuito nacional serio. Se perdieron 20 años».
Mientras está al frente de la selección nacional de Qatar (el head coach Mariano Baracetti todavía no puede volver de Argentina por la pandemia), el marplatense Pablo Bernardi compartió su mirada sobre la falta de desarrollo del beach voley argentino. Basado en su experiencia junto a los equipos nacionales y con el bagaje de conocimiento adquirido en el exterior, expresó su opinión sin medias tintas en diálogo con Libreexpresion.net desde Doha.
«Siempre voy a querer lo mejor para el deporte argentino. Cuando estuve al frente siempre busqué un equipo que sea Top Ten, pero mis ideas quizás no coincidían con las de muchos. Me peleé con mucha gente. Cometí varios errores y lo admito, pero siempre quiero que les vaya bien», aclaró antes de empezar.
Bernardi arrancó por el femenino con elogios para Ana Gallay -con quien concurrió a los Juegos Olímpicos de 2012- hoy entrenándose en Mar del Plata con el equipo nacional. «Me pone contento que puedan prepararse para clasificar a Tokio. Para ella sería su tercer Juego Olímpico. Ana deja una huella muy importante en el beach voley femenino. Es la mejor jugadora argentina de beach voley que ví». Y remarcó la importancia de tener a Juan Baldino como preparador físico: «Es un hermano para mí, es el mejor. Ahora se dieron cuenta de que es bueno y lo fueron a buscar. Creían que yo decía que era bueno porque es mi amigo».
También habló de los objetivos que proyectaba para Argentina cuando estaba en el país: «Sigo el beach voley desde el año 95. Siempre tuve la idea de preparar a un equipo argentino que pueda pelear por una medalla olímpica. Obviamente hay que pensar en grande. Me gustaría ver a un equipo argentino en el Top Ten. Creo que hay mucha pasta para tener equipos femeninos y masculinos entre los diez mejores. No para pegar un podio alguna vez. Ir por algo más. Es un trabajo de hormiga. Pero desde que tengo uso de razón no se hizo un circuito nacional. No hay competencia interna de alto nivel. Es como buscar una aguja en un pajar».
Y profundizó sobre la búsqueda de jugadores en Argentina: «Nico Capogrosso es un chico que yo fui a buscar cuando lo dejaban afuera de la selección indoor. Con Georgina Klug me pasó lo mismo. La fui a buscar yo a través de Nacho Forastiero. Cuando me veían con ella entrenando en San Sebastián no puedo decir lo que me comentaban. Y después terminó siendo campeona panamericana con Ana Gallay».
Según Bernardi todo responde a la falta de planificación de la dirigencia para potenciar el desarrollo del beach voley en todo el país: «Me pone muy triste que no haya un circuito nacional con un plan estratégico. Siempre me gustó la cultura del básquet y leí sobre lo que hizo León Najnudel con la Liga Nacional. Logró hacer que la competencia interna se mueva para que aparezcan jugadores nuevos. El único circuito nacional serio fue en 2001 ó 2002. Se perdió la camada de Conde-Baracetti campeones del mundo. Sé que no es fácil ni barato pero a la larga es mucho más fructífero. Los jugadores tienen que saber que si les va bien, van a la selección».
En ese sentido, puntualizó: «Creo que Juan Gutiérrez como presidente de la Federación hizo muchas cosas buenas, pero su gran cuenta pendiente fue no hacer un circuito nacional. Tengo excelente relación con él y es un amigo, pero no por eso voy a dejar de decir lo que pienso. Es un deporte olímpico que se lo merece. Es difícil pelearla porque no te escuchan. Creen que hacer un circuito es tirar la plata. Desde el 2001 a la fecha no hay un circuito nacional serio. Se perdieron 20 años. Fue falta de gestión y tiene que haber autocrítica».
Por último, Bernardi avanzó sobre el futuro inmediato: «Me llama la atención que a tipos como Mariano Baracetti, Martín Conde, Seba Menegozzi, Jose Salema o Esteban Martínez, no los llame nadie para hacer algo en serio. Argentina puede crecer, pero tiene que haber un plan. Ojalá que ahora que agarró como presidente Juan Galeote pueda haber otra visión». Y volvió a hacer hincapié en la ausencia de un proyecto sólido: «Hoy Rosario es un polo del beach voley y en eso le gana la pulseada a Mar del Plata. Si Ana Gallay se va a entrenar a Rosario, chau Mar del Plata, Pablo Del Coto y todos los que están. No nos unimos al indoor, estamos distanciados, peleados y decimos que nos robamos los jugadores. Esto pasa porque no hay un plan».