Denuncia policial por lo ocurrido con la muerte de Mendiola

APROPOBA (Asociación Profesional de Policías de la provincia de Buenos Aires) denuncia que ningún agente de tránsito socorrió al policía muerto tras ser atropellado por Lucas Carnero.

Son conocidas las diferencias entre la policía provincial y el municipio en materia de cuestiones de seguridad.

Mientras que para los «azules» la municipalidad se centra en el marketing – agregando que esa publicidad se basa en un ninguneo a la fuerza- la muerte del oficial Mendiola parece marcar un nuevo punto de conflicto.

Según la asociación que nuclea a los uniformados -lo único que por ahora tienen a mano frente a la absurda prohibición de sindicalizarse- la noche de la muerte del efectivo los agentes de tránsito presentes no mostraron la solidaridad que sería menester en un caso de semejante gravedad.

Más allá de toda interpretación, y existiendo cámaras de seguridad y testigos suficientes como para saber que fue lo que ocurrió, la denuncia es de suficiente gravedad como para que no quede en la nada y se pueda conocer la verdad.

Esto es lo que dice APROPOBA:

«Seis vehículos de control de tránsito acompañaron los sesenta kilómetros recorridos en el traslado de los restos de nuestro camarada a su descanso final en la ciudad de Coronel Vidal, todo para que se viera el dolor municipal, empleados de dicho sector comunal también salieron a hacer público su pesar por la pérdida de quién consideraban un compañero de tanto tiempo, sin embargo la difusión de un video grabado por la cámara de seguridad de un edificio frente al lugar de los hechos deja en claro que la única persona que se acercó al cuerpo caído fue el de su compañero policía, mientras que portadores de los chalecos reflectantes, los inspectores de tránsito ni siquiera se acercaron al mismo y menos se agacharon o pretendieron un auxilio que aunque ya no fuera necesario al menos pondría en evidente un rasgo de humanidad y solidaridad. MAS QUE HIPÓCRITAS.
Es posible que para algunos resulte difícil de entender pero los mártires policiales no merecen ser utilizados de esta manera, enarbolándoselos como bandera de campaña, y que lo único que necesita su memoria es recuerdo y respeto, sobre todo respeto, mucho y sincero respeto».

Muy grave y muy triste. Sería preocupante concluir que el espíritu de cuerpo está quebrado entre instituciones que, cada una en sus incumbencias, deben trabajar en conjunto por la seguridad de los ciudadanos.

Y mucho más grave sospechar que el valor de la vida se ha perdido entre los integrantes de un estado que hoy parece exclusivamente dedicado a la recaudación.

Alguien tiene que contestar esta denuncia.