Los holdouts pueden complicar aún más la economía argentina. Pero esta vez no se trata de los fondos Elliott y Aurelius, entre otros, que consiguieron un fallo favorable del juez Thomas Griesa en los EEUU. En esta ocasión, se trata de un grupo de bonistas italianos que rechazaron las ofertas para ingresar a los canjes de deuda abiertos por el Gobierno en 2005 y 2010. Ahora con el CIADI como telón de fondo, están en condiciones de hacerse de U$S 2.800 millones que producirían un grave efecto en nuestra economía
Encabezados por el abogado Nicola Stock, hace ocho años unos 50.000 tenedores de bonos presentaron una demanda contra el país para cobrar la totalidad de lo adeudado. Recién hace poco más de un mes y medio, ese grupo logró que le asignaran como jurisdicción el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi). Se trata del tribunal y foro de arbitraje del Banco Mundial encargado de resolver pleitos y conflictos.
Según publica este lunes el diario Ámbito Financiero, en el mercado estiman que en los próximos meses podría conocerse la decisión del tribunal. Aunque los fallos de la Justicia norteamericana no sientan jurisprudencia para este tribunal, estiman que tomaría una decisión similar. Eso implicaría para el país una nueva deuda por u$s2.800 millones.
TULLIO ZEMBO: “NO HAY DUDA DE QUE EL TRIBUNAL DEL CIADI CONDENARÁ A LA ARGENTINA”
“No hay duda de que el tribunal del Ciadi condenará a la Argentina porque el reclamo que hacen los propietarios de los títulos públicos en default es una cuestión muy básica del derecho que muy difícilmente se pueda rechazar”, anticipó Tullio Zembo, asesor legal de los bonistas europeos que sí ingresaron al canje.
Hace poco, Stock publicó una columna en el diario Financial Times y anticipó que “el fallo final se anunciará pronto”. “Los bonistas italianos ya han demostrado en el Banco Mundial cómo la Argentina ha violado las leyes internacionales con un manejo inadmisible de su deuda soberana”, apuntó.
Tanto los demandantes que recurrieron al Ciadi como los norteamericanos beneficiados por el fallo de Griesa forman parte del 7% de los bonistas que rechazaron las propuestas para ingresar a los canjes del 2005 y 2010 por la deuda defaulteada en 2001. Ambos grupos reclaman cobrar la totalidad de lo adeudado.