El arresto del gobernador palestino de Jerusalén parece ser el inicio de una escalada que, con apoyo del gobierno de EEUU, podría llevar a la región a una nueva etapa de violencia.
La reelección de Benjamin Netanyahu en Israel representa un espaldarazo para aquellos que creen que el primer ministro garantiza la seguridad militar del país, pero por otro lado constituye una mala noticia para quienes impulsan la creación de un Estado palestino.

Benjamín Netanyahu
Sin embargo Netanyahu, llamado «Bibi» por sus seguidores, tiene dos cartas contundentes en la escena internacional: el apoyo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y del ruso Vladimir Putin.
Tres días antes de las elecciones legislativas, el premier hebreo aseguró que si ganaba los comicios anexaría la Cisjordania palestina a Israel, promesa que enterraría definitivamente la solución de «los dos Estados» que apoyan muchos países de Occidente y el Vaticano.
En esa zona conquistada por Israel en la Guerra de los Seis Días en 1967, viven 400.000 colonos israelíes y otros 200.000 en Jerusalén Este, donde los palestinos reclaman construir su futura capital.
Israel detuvo al gobernador palestino de Jerusalén
La detención se produjo anoche en el domicilio particular de Gheith, en una operación israelí en la que fueron arrestados otros cinco palestinos en distintos puntos de Jerusalén Este, informó la agencia oficial palestina de noticias Wafa.
Gheit está a cargo de la gobernación de Jerusalén que se extiende por Cisjordania hasta el mar Muerto, aunque no puede ejercer en la zona este de la ciudad, ocupada por Israel desde la Guerra de los Seis Días en 1967 y anexionada unilateralmente en 1980.
Se trata de la cuarta vez en pocos meses que el gobernador de Jerusalén de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) es arrestado. La última vez lo fue el pasado febrero, precisó Wafa, según replicó la agencia de noticias EFE.