Cuando se triunfa en el mundo laboral y se ocupan cargos de responsabilidad, la idea del retiro puede ser angustiante si no se encara con inteligencia y buen ánimo.
Para muchos ejec
utivos, la idea de llegar hasta los 65 años sentados en el mismo sillón, atendiendo reuniones eternas, tomando vuelos que lo llevan a más compromisos y no a playas paradisíacas y viendo a través de la ventana de su oficina el mismo paisaje durante las mejores horas del día, empieza a no cerrarles. Del otro lado, está la necesidad de las empresas de renovar o achicar sus planteles gerenciales también entra en juego. El resultado: salir del mundo corporativo full time en torno a los 57/ 60 años es una realidad en ascenso, sea por mera voluntad o por una combinación de factores propios y externos. Claro que, en uno u otro caso, el alejamiento nunca es a cualquier precio. Prima una desvinculación acordada y en los mejores términos, con beneficios concretos que garanticen que, en ese lapso pre-jubilatorio, el estándar de vida seguirá siendo el mismo que antes. Relax. Antes de retirarse, hay que resolver varias cuestiones con Recursos Humanos. Foto: Archivo. “Nuestro Sistema de Seguridad Social no contempla la posibilidad de acceder a un beneficio por jubilación antes de las edades de retiro normal (65 años para los hombres, 60 para las mujeres). No obstante, las empresas se encuentran frecuentemente con la necesidad de generar recambios en sus niveles gerenciales y ejecutivos antes de esas edades. Es por eso que una buena parte de las compañías que operan en nuestro mercado, más de 60 de las principales 100 firmas líderes del país, ofrecen programas de beneficio por retiro que incluyen la posibilidad de acceder a un retiro anticipado”, detalla Diego Deza, director de Towers Watson. De acuerdo a un estudio realizado por Mercer, el 36 por ciento de las empresas encuestadas aseguró tener algún tipo de plan pre-jubilatorio para su personal. De ese total, el 60 por ciento analiza caso por caso si aplica o no el beneficio; el 25 por ciento lo tiene como política de la empresa (es decir, que es un sistema de vigencia permanente); y el 15 por ciento, como una práctica que se utiliza según la necesidad. “Cuando la empresa ofrece estos acuerdos, el plan de jubilación anticipada es por sobre la indemnización legal que pueda corresponder”, aclara y subraya Deza, de Towers Watson. El pago Los programas de cada empresa son especiales y armados a medida para cada situación o ejecutivo en particular pero, en líneas generales, según la experiencia de Deza, de Towers Watson, “más allá de un beneficio económico que puede ser un monto único o un pago mensual por un determinado período de tiempo, que usualmente es hasta el momento que se comienza a recibir la jubilación, se acuerdan una serie de beneficios adicionales como: Cobertura Médica, Seguro de Vida, Aportes al sistema de Seguridad Social (si fueran necesarios para completar los requisitos que plantea el SIPA), Asesoramiento Previsional, Asesoramiento para nuevos emprendimientos. Deza se basa en los resultados de una encuesta sobre retiro anticipado que recientemente realizó Towers Watson. Surge, por ejemplo, que entre las 10 empresas indagadas, cuatro de ellas plantean un reemplazo del salario hasta la edad de jubilación de entre el 65 por ciento al 80 por ciento de la remuneración del participante. Seis de las 10 garantizan la cobertura médica hasta que el participante alcance la edad de jubilación oficial. “Es importante mencionar –subraya– que, en todos los casos, los beneficios son adicionales al pago del plan de pensiones con el que seis de las 10 firmas cuentan”. – See more at: http://www.apertura.com/revista/Como-negociar-y-sobrellevar-el-retiro-de-la-oficina-20141022-0005.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterApertura&utm_campaign=Apertura.com&utm_content=3#sthash.RddKkKLQ.dpuf