Los que subieron al avión papal serían ocho sirios y dos afganos, de entre los más vulnerables del campo. Se cree que los acogerá la Comunidad de San Egidio. Espera que otros clérigos lo imiten.
El Papa ha sumado un gesto práctico al llamamiento lanzado previamente por él y los líderes de la iglesia ortodoxa, Bartolomé de Constantinopla y Jerónimo II, arzobispo de Atenas, a los líderes internacionales en los que les pidieron mostrar más responsabilidad en esta crisis.
Según informan los medios griegos, se trata de ocho sirios y dos afganos, miembros de tres familias.
Todos provienen del centro de acogida de Kara Tepé, un campamento abierto, situado en las cercanías del centro de Moria, el que visitó hoy el Papa y que alberga a los grupos más vulnerables.
Los medios italianos hablan de doce personas y señalan que serán acogidas por la comunidad de San Egidio.
Con este gesto, Francisco culmina una breve visita cargada de simbolismo a Lesbos y especialmente a Moria, convertido en centro de detención en virtud del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía que contempla la devolución de refugiados.
El avión papal partió del aeropuerto de Mitilene a las 15.15 hora local (12.15 GMT) y se espera que llegue a Roma a 16.30 hora local (14.30 GMT).
En el aeropuerto Francisco volvió a reunirse brevemente con el primer ministro, Alexis Tsipras, por un lado, y con el arzobispo de Atenas y toda Grecia Jerónimo II y el patriarca ecuménico Bartolomé, por el otro.
Durante su visita a Lesbos, el Papa recorrió junto a los otros dos líderes religiosos el campo de refugiados de Moria, donde escucharon los testimonios de muchos refugiados y donde almorzaron con varias familias.
En el puerto de Mitilene, la capital de Lesbos, Francisco habló ante ciudadanos y junto con Bartolomé y Jerónimo II arrojaron al mar tres coronas de laurel al mar, en recuerdo de las víctimas de la migración.
Fuente: EFE