El 25 de Mayo del 53, nacía Daniel Alberto Passarella, «Corazón Valiente»

Por José Luis Ponsico (*)Entre 1974 y 1982 Passarella integró siete equipos que ganaron títulos con Angel Labruna. Bicampeonato en el 75, el del 77 con triunfo sobre la hora en La Bombonera.

José Luis Ponsico

Cuando tenía cinco o seis años, viaje familiar de Chacabuco a Luján, ruego a la Virgen por la salud de su abuelo materno, la camioneta -Rastrojero antigua, década del 50- sufrió un vuelco. Varios contusos.

El niño Daniel Alberto Passarella terminó con doble fractura, pierna derecha, la que utilizaba en potreros cercanos al club Argentinos de Chacabuco. Su primer club. El del barrio. Luego 45 días de internación en el Hospital Gutiérrez, Capital Federal.

«Mí madre no se movió de la cama durante un mes y medio. Los médicos que me operaron le dijeron que iba a quedar bien. Ella me prohibió utilizar la pierna derecha. Así, empecé a usar la izquierda. Con seis años. Mal no lo hice», comentó siempre.

Cuando Passarella tenía 16, casi 17 años, recibió una propuesta de Estudiantes de La Plata. Lo quería Héctor Antonio, popular «cochero» nacido en Chivilcoy, gloria «pincharrata», también de Gimnasia y Esgrima. Primero en los´50, luego los 60.

El equipo de Argentino, campeón en Chacabuco. El primero de la izquierda, parado, es Daniel.

El «Negro» Antonio estaba en inferiores de Estudiantes y tuvo a prueba a Daniel Mucho no podía quedarse. Un conflicto en la dirigencia y Antonio debió irse. Passarella volvió a Chacabuco, desalentado, cuenta la leyenda del «rebelde».

«A Buenos Aires no vov más», dijo al padre. «En el barrio todos me cargan», afirmó el chiquilín. En Chacabuco pintaba para «crack». «No te encapriches. A los grandes de la historia los echaron. El «Charro» Moreno en Boca a los 15″, opinó su padre

Esa sentencia de su padre lo hizo volver. En el 73, Raúl Hernández, aquel defensor tucumano suplente de Federico Vairo en River, 1955, 56 y 57, tres veces campeón; que jugó en Huracán, central, dirigía a Sarmiento de Junín, donde recaló Daniel.

«Tenemos prueba en Boca. Vos de pibe hincha de Boca», avanzó Hernández. No estuvo Bernardo Gandulla, «trampa del destino». Su ayudante, Campos, esa vez probó a varios. Passarella, volante, no desentonó. Quedó para otra ocasión

Sus tiempos en Sarmiento de Junín

«Ahora, Raúl, quiero ir a River. Mientras cerca de Morón degustaban «choripanes». Antes, Hernández dejó una nota a Campos. El nombre y apellido del futuro hombre que resultó el líder del seleccionado campeón del Mundo en el 78. «Recuérdelo» puso.

Hernández, DT. de Sarmiento de Junín, siempre recordaba un amistoso en la ciudad donde nació Osvaldo Zubeldía y Luis Artime de pibe llegó a Atlanta, pedido por el célebre artífice del DT. multicampeón de Estudiantes de la Plata, 1965-70

«Fue la selección nacional en julio del´73. Varias promesas. Entre otros, Miguel Brindisi, Mario Kempes, el «Ratón» (Rubén) Ayala, Ramón Heredia, Jota Jota López, en tiempos de Enrique Omar Sívori, DT. Daniel resultó una de las figuras», evocó.

Debut en River, contra Boca en 1974

Passarella tuvo en Hernández un amigo, consejero y el contacto para llegar a River. La antigua relación con Néstor Rossi, sirvió de «puente». En marzo del 74, Daniel debutaba contra Boca, en Mar del Plata.

La anécdota que marcó la personalidad del zurdo -admirador de Angel Clemente Rojas de niño- que llegaba de Primera C. Rossi le dice a Hernández:»Lateral izquierdo está «Japonés» (Osvaldo) Pérez y llegando Héctor López, el «Gorrión», explicó Pipo.

«Además tenemos que enfrentar a Boca. Ataque que está aceitado (Ponce, Jorge Benítez, García Cambón, Potente y Ferrero). El pibe, tuyo, viene de Primera C. No sé qué decirte», parece que dijo el inolvidable «Pipo» Rossi, gloria de River.

«Me permite señor», intervino el pibe. Flequillo, flaquito, casi un «indio» pintó el propio protagonista alguna vez: «Yo me animo a jugar contra Boca y ése ataque. Habrá que ver si usted se anima a ponerme», desafió Passarella al ex 5 riverplatense.

Passarella sorprendió a todo el mundo en el viejo Estadio Gral. San Martín a fines de marzo del 74. Anuló a Ramón Ponce, pasó varias veces al ataque y al promediar un disparo suyo desde 35 metros casi se le cuela a Rubén Sánchez.

Ídolo y goleador con la Fiorentina

«Pipo» Rossi pidió enseguida la adquisición de Passarella. River pagó 12 millones de pesos por el defensor de Sarmiento de Junín. Hernández había cumplido su promesa: «Daniel vas a jugar en River», había dicho.

Entre 1974 y 1982 Passarella integró siete equipos que ganaron títulos con Angel Labruna desde el 75. Bicampeonato en el 75, el del 77 con triunfo sobre la hora en La Bombonera, perdiendo River uno a cero como en el 55. Sin el Monumental.

El Estadio mítico inaugurado como «La Herradura» en el 38 remodelado para el Mundial 78. River jugó como local en el «Tomás A. Ducó». El otro ciclo de Daniel 1988-89. Convirtió cien goles jugando como defensor. En dos ciclos

El árbitro Juan Bava -en River decían que tenía la camiseta de Boca debajo de la ropa negra- anuló un tiro libre de treinta cinco metros. Clavó un zurdazo desde la posición del «8» en «La Bombonera», arco orientado a «Casa Amarilla».

Bava anuló por offside, pasivo, de Jorge Higuaín, situado en el palo derecho, lejos del impacto. Carlos Navarro Montoya vió el «misil» en el ángulo izquierdo, suyo. El partido terminó empatado. Había vuelto con títulos en Italia: Fiorentina e Inter.

1978: el Gran Capitán en su hora más gloriosa

El Mundial 78, toda la polémica a cuestas por la dictadura genocida. Cierta utilización de la Junta Militar por éxito de Argentina en dramática final con Holanda, tiempo suplementario, instaló al líder en el juego: Daniel Passarella, «corazón valiente».

Su pasado, presidente de River Plate, consagrado dirigente institucional, algo manchó exitosos ciclos, futbolista y DT. Con Américo Gallego ganaron tres títulos en los 90. Uno, Apertura 94, River terminó invicto, ganando en «La Bombonera» 3 a 0. La gloria.

Por entonces, Passarella reemplazó a Alfio Basile en la selección mundialista que fracasó en Estados Unidos´94, recordado «affaire» de Diego Maradona, enfrentado a Passarella en aquél momento. El Mundial de Francia´98, otra frustración

En «su» River: leyenda como jugador, éxitos como DT y fracaso como dirigente

A los 67 años remite a aquella publicidad de Claudia Sánchez: «Has recorrido un largo camino muchacho», ubica a Passarella, en especie «de retiro». Aunque uno de sus amigos, profesor Rodolfo Valgoni, consultado, dice: «Quiere volver a dirigir. Siempre»

«Corazón valiente» hazaña de William Wallace, guerrero escocés llevado al cine en sus momentos íntimos, reflexiona: «Daría todos los títulos, los 150 goles, la gloria deportiva por tener ahora a Sebastián, conmigo», un duro sensible.

Se cumple un cuarto de siglo del accidente de su hijo mayor, Sebastián, muerto en una tragedia -la camioneta del padre que conducía atropellada por un tren, paso nivel en zona Norte- velado por Passarella con la camiseta de River envuelta en el féretro

 

(*) Columnista de La Señal Medios. Libre Expresión y Mundo Amateur