El Concejo sesiona con el riesgo de enfrentar un cuello de botella

Redacción – Se acumulan los temas sin solución y en la sesión de hoy el cuerpo debe enfrentar al menos dos de ellos: CEAMSE y tasa por caminos rurales. Espera, sin destino cierto, el tema boleto.

Entre homenajes, jornadas de trabajo y reconocimientos varios pareciera que la labor del cuerpo deliberativo local es intensa y hasta frenética. Sin embargo los temas centrales de la ciudad se siguen acumulando sin que aparezca en el horizonte alguna señal clara de solución.

Las divisiones del oficialismo y una actitud ciertamente especulativa de parte de la oposición, que ni en sus mejores sueños esperaba encontrarse con tantas divergencias en el bloque de Cambiemos, hace que todo sea lento, mordido y hasta sorprendente. Desde la cuestión del Presupuesto y la Ordenanza Fiscal -temas centrales de la administración- hasta otros menores como el destino de la Plaza del Agua, la designación de jueces de faltas, las cooperativas y tantos otros, esperan arrumbados que en algunos casos se termine el debate y en otros comience.

Hoy estarán en el recinto dos cuestiones importantes. Por un lado la confirmación del acuerdo con el CEAMSE para gestionar el siempre conflictivo predio de disposición final de residuos y por el otro un replanteo de la tasa de conservación de caminos rurales que, como tantas otras, sufrió un aumento salvaje que pone en jaque la rentabilidad de un sector que ha sabido demostrar que sostener esas vías puede ser mucho más eficiente y más barato.

Lo que vaya a ocurrir en el recinto es toda una incógnita; contra reloj los concejales del oficialismo negocian diferencias internas que les permita aplicar la mayoría automática para imponer su criterio en ambos temas. Pero, tal como ocurre con tanta asiduidad en los últimos tiempos, no está dicha la última palabra.

En la cuestión del predio hay todo un andamiaje social detrás y es claro que los nuevos administradores no están dispuestos a hacerse cargo. En el medio, no han podido acordar ni siquiera de cuantas personas se está hablando. Y hay en juego cuestiones tan sensibles que sorprende no hayan sido atendidas con anterioridad a cerrar un contrato que además parece leonino, algo que seguramente no dejará la oposición de remarcar.

Con respecto a los caminos rurales mucho se le ha mentido a los interesados, con el único objetivo de ganar tiempo. Y este se acabó; hoy en el recinto deberá hallarse una solución que por estas horas no está clara y ni siquiera se sabe si existe.

Deberá construir rápidamente el cuerpo una mecánica de consensos. Porque espera, ya sin posibilidad de demora, la cuestión del aumento del boleto, una cuestión mal najeda sobre la que ya nos hemos expresado anteriormente (Ver:Precio del boleto: el peligro de sobreactuar y jugar con fuego ).

Tanto los empresarios como la UTA, que insiste en que del aumento saldrá el dinero para cumplir con el salario de sus trabajadores, comienzan a perder la paciencia y crece el riesgo de que, una vez más, el debate termine dándose bajo una presión insoportable.

A trabajar entonces, no es bueno dejar todo para mañana porque…el mañana siempre llega.