El Gauchito Gil: otro año de una devoción popular que crece día a día

Miles de devotos de Antonio Mamerto Gil Núñez, conocido como el “Gauchito Gil”, ya arribaron a la localidad correntina de Mercedes para participar de las actividades en su honor.

El santuario, creado junto al árbol donde fue asesinado el gaucho “milagroso”, ubicado a siete kilómetros de la mencionada ciudad, es epicentro de la concentración de peregrinos que arriban de todo el país y también de Paraguay, Brasil y Uruguay y Chile, entre otros países.

El viceintendente de Mercedes, Diego Caram, dijo hoy en declaraciones a Télam que “todas las plazas de alojamiento ya fueron ocupadas y no hay más lugar”.

En tanto, sostuvo que “en años anteriores, unos 300.000 devotos llegaron a Mercedes para pedir o agradecer al Gauchito Gil”, y agregó que el clima, “con las intensas precipitaciones que se registraron hoy y las que se esperan para mañana, podría ocasionar una merma en la cantidad de visitantes”.

           Cientos de jinetes que se suman en peregrinación

Por otra parte, también mencionó la participación de cientos de jinetes que se suman en peregrinación provenientes de distintos puntos de la provincia y son quienes trasladan la cruz original desde el Centro de Interpretación a la Iglesia y el santuario.

¿Quién fue el Gauchito Gil?

Se sabe poco con certeza del gaucho Antonio Mamerto Gil Núñez. Nació en Pay Ubre, cerca de Mercedes, en la provincia de Corrientes. Fue en algún momento del siglo XIX. Para algunos, era un cuatrero, un gaucho alzado, un fugitivo culpable de todos los delitos sin resolver. Para otros, era «Robin Hood», gaucho justiciero, vengador de paisanos.

Dicen que lo condenaron por desertor, en la época de las guerras entre colorados y celestes. Tal vez lo fusilaron, o lo degollaron colgado por los pies de un algarrobo.

Antes de morir, le dijo al sargento que lo ejecutaría: «No me mates, que te va a llegar una carta que dice que soy inocente». El verdugo respondió: «No te vas a salvar» y el Gauchito dijo: «Cuando llegue la carta vas a recibir la noticia de que tu hijo está enfermo y morirá; rezá en mi nombre y tu hijo se va a salvar«.

Después de matarlo, el sargento volvió a su casa y encontró a su hijo enfermo. Rezó por él al Gauchito Gil y su nene se curó.

Rojo liberal, para venerar al Gauchito Gil.
Rojo liberal, para venerar al Gauchito Gil.

Desde entonces, el lugar donde murió el Gauchito se convirtió en santuario de peregrinación. Allí, año a año miles de personas se acercan para rendirle homenaje y dejar sus ofrendas: oraciones, velas y cintas rojas.

Pero no es el único templo. Los devotos fieles del Gauchito Gil ya diseminaron otros miles de santuarios por las rutas del país, desde Jujuy hasta Ushuaia.

Cuestión de fe

Salud, dinero, trabajo, amor o hasta un milagro, lo promeseros creen que el Gauchito Gil todo lo concede. Mito o leyenda, en su provincia natal se lo venera desde hace más de cien años y el culto se extendió al resto del país.

Por haber sido liberal, el Gauchito Gil es identificado con el color rojo. Por eso los devotos llevan banderas de ese color y le ofrendan velas, flores, cruces y frutas.

La Carolina, el santuario del Gauchito Gil en Florencio Varela.
La Carolina, el santuario del Gauchito Gil en Florencio Varela.

Para hacerle un pedido al gauchito, se escribe en una cinta roja lo que se necesita y se la deja por la noche sobre la rama de un árbol, de un alambrado o en un palo clavado en la tierra.

También los creyentes encienden una vela colorada y, con la cinta del mismo color a modo de rosario, se le reza una oración. Hay personas que le encienden una vela colorada en un cruce de caminos y hacen el pedido.

Uno de los tantos santuarios al Gauchito Gil, en este caso en un camino de Salta.
Uno de los tantos santuarios al Gauchito Gil, en este caso en un camino de Salta.

Dicen que, si vas por la ruta y te cruzas con un santuario del gauchito, tenés que tocar la bocina para saludarlo.