El gobierno y Emilio Pérsico se reparten negocios millonarios

La agrupación Evita, del dirigente piquetero, puso al interventor de la cooperativa que presta servicios portuarios en el polo aceitero de Rosario y acumula miles de millones de utilidades.

La cooperativa más grande de la Argentina padece por estas horas las tensiones de la grieta nacional y el blanqueo de una situación a la que tendremos que acostumbrarnos: el poder político se apropia día a día de los resortes económicos que le permitan ir consolidando una sociedad con perfiles similares a los implementados por el chavismo en sus inicios hacia el poder dictatorial en Venezuela.

Es que luego de la detención en 2019 de Herme Juárez, el sindicalista de los estibadores y el creador de la cooperativa y su mutual, a la cual posicionó como uno de los gigantes del polo agroexportador del Gran Rosario prestando servicios portuarios, se convirtió en centro de atracción de varios grupos de poder que se disputaron el manejo de la estratégica mutual que acumula casi 4000 millones de pesos de utilidades no distribuidas, en distintas entidades financieras.

Durante el macrismo, la Cooperativa estuvo intervenida, en un principio por Juan José Schaer con estrechos vínculos con el macrismo que dispuso la pesificación de los servicios que prestaba la empresa en beneficio de las terminales portuarias. Tras su salida, fue nombrado Roberto Pascualino, abogado de la UBA y relacionado con el radicalismo universitario que responde a Coti Nosiglia.

Precisamente, ese fue el argumento que le sirvió a Emilio Pérsico y el referente santafesino del Movimiento Evita, Gerardo Rico, para correr a los radicales porteños y quedarse con el control de la empresa tras el vencimiento de la intervención del abogado de la UBA.

La decisión judicial de desplazar a la intervención de la cooperativa coincidió en el tiempo con la toma de control por parte del Evita del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) con la designación de Alexandre Roig en su presidencia. Este organismo es el que fiscaliza las cooperativas, de manera que la agrupación que lidera Pérsico se garantiza así una mirada benevolente sobre su gestión.

El ingreso del ex intendente de Puerto General San Martín, Daniel Sorrequieta, implicó que la intervención adoptara un perfil más político que técnico. Apenas asumido el nuevo interventor revocó el nombramiento de prácticamente todos los técnicos incorporados por Pascualino.

Un dato político que llama la atención adentro y afuera del peronismo es que a pesar del peso específico que tiene la Cooperativa en el sector agroexportador, el gobernador Perotti se mantuvo alejado de las decisiones que se tomaron. Esa actitud distante de una pelea de poder central para la provincia que administra, también se la señalan respecto a la discusión por la concesión de la Hidrovía.

Y es que este último negocio -seguramente el de mayor volumen económico en la Argentina de hoy- así como el de la cooperativa. muy vinculada al funcionamiento de la hidrovía, tienen «puesto» un nombre que todos conocen y al que nadie quiere enfrentar: Máximo Kirchner.

A buen entendedor…